La Confederación General del Trabajo en Aragón (CGT) denunció ayer en un comunicado el «grave perjuicio» que supone la reducción de autobuses de la línea que une Zaragoza y Lérida y recordó que numerosos trabajores, jubilados, funcionarios y estudiantes usuarios de esta zona «se van a ver afectados».

La CGT reivindicó una solución y pidió un acuerdo entre las instituciones y la empresa zaragozana de transporte Ágreda Automóvil, responsable de la eliminación del autobús de las 6:45 horas con paradas en Fraga, Bujaraloz, Peñalba y Candasnos, para «revertir esta situación que desfavorece a una importante cantidad de la ciudadanía que ve dificultado su acceso al trabajo, sanidad o estudios». Además, añadió que los servicios públicos elementales «deberían ser públicos dado que no se puede primar la rentabilidad empresarial sobre los beneficios sociales».