CHA va a trasladar al Senado las posibles afecciones mediaombientales que considera que generaría el proyecto de la Mina Muga que la empresa Geologali tiene previsto instalar en las altas Cinco Villas. Un proyecto que, según informó la empresa ayer, encara la recta final para su aprobación, después de que el Ministerio de Medio Ambiente haya dado un plazo de tres meses a la compañía para resolver sus últimas dudas.

La formación aragonesista actúa a través de su alianza con Compromís. «Hemos trasladado a la Cámara Alta, a través del senador de Compromís Carles Mulet, los problemas medioambientales que generará el proyecto de la mina de potasa en las Altas Cinco Villas. Contaminación de las aguas, salinidad, hundimientos del terreno y falta de infraestructuras si se producen fenómenos climatológicos adversos son parte de los peligros que generará este proyecto» señaló Isabel Lasobras, secretaria Territorial de CHA en las comarcas zaragozanas.

La formación asegura basarse en informes de expertos para asegurar que la cercanía de la bocamina respecto a la ladera de Yesa, a tan solo un kilómetro y medio, puede afectar a la ya de por sí inestable estructura del embalse, entre otros problemas de seguridad.

Pero también temen problemas medioambientales. «Son muchos los posibles problemas derivados de una explotación de estas características como son la salinización de aguas superficiales y de los acuíferos, el aumento del consumo de agua y como consecuencia la bajada del nivel freático en unos cincuenta metros, la contaminación acústica, polvo, riesgo por hundimientos del terreno, colapso de galerías o la contaminación por tráfico de vehículos», enumeró Lasobras.

TRAMITACIÓN / Por contra, la empresa informó ayer de que el ministerio le acaba de dar un plazo de tres meses para responder a algunas de sus dudas sobre sismicidad sobre cualquier infraestructura local; la posibilidad de que se produzcan hundimientos en la zona y la gestión actual y futura del subproducto de sal producido por la mina. Entienden que las primeras cuestiones ya están analizadas y aseguradas, aunque se complementarán, y respecto al residuo salino, tienen un «firme compromiso» medioambiental para gestionarlo.