La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha enviado un informe al Ministerio de Medio Ambiente en el que, según publicó ayer Diario de Navarra, admite que sus obras de excavación a pie de ladera para el recrecimiento del embalse de Yesa son "concausa" del deslizamiento de la ladera derecha de la presa. Voladuras llevadas a cabo en las inmediaciones o las lluvias figurarían como algunas de las otras causas del movimiento.

En el informe, el organismo solicita a Madrid que acometa la reclamación patrimonial de los vecinos, así que será el ministerio quien determine la habilitabilidad de las cien casas que componen las dos urbanizaciones, así como posibles indemnizaciones.

DESALOJO De momento, tras 16 meses, siguen desalojadas 54 viviendas. El 8 de febrero del 2013 se desalojaron 44 de la urbanización Lasaitasuna y 19 de Mirador de Yesa debido al deslizamiento. Cinco meses después se permitió la vuelta a casa en 9 viviendas en la zona colindante con la parte segura.

La pasada semana, la CHE se reunió en Zaragoza con afectados de la urbanización Lasaitasuna en un encuentro en el que el organismo presidido por Xavier de Pedro trasladó a los vecinos la imposibilidad del realojamiento en las viviendas que fueron desalojadas. Además, todavía no está claro qué pasará con la zona que todavía no lo ha sido.

De hecho, fuentes de la CHE citadas por Diario de Navarra confirmaron que no hay una decisión tomada acerca del futuro de estas viviendas. Además, apuntaron que, en la actualidad, el movimiento de la ladera es "extramadamente lento" según las calificaciones internacionales.

Los vecinos afectados por los deslizamientos en la ladera derecha pidieron, hace unos meses, al Parlamento foral que la Confederación CHE atienda su situación y repare los daños causados y denunciaron "falta de apoyo" tanto del Ejecutivo navarro como el estatal.

Los vecinos ya criticaron que "hasta mucho después" del desalojo de las viviendas, el 8 de febrero del pasado año, la CHE no informó a los habitantes de la zona "de la situación de gravedad en la que nos encontrábamos", lo que, en su opinión, "pone de manifiesto que no les importamos nada".

Asimismo, aseguraron haber detectado, desde el desalojo, grietas, hundimientos, desplazamientos y humedades tanto en la zona desalojada como en la que no lo está y más movimientos de la ladera.