La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) publicó ayer un informe detallando los más de 22 millones de registros realizados por su red de control en los que se aprecian 130 incidencias en la calidad del agua, en su mayoría aumentos de concentraciones de amonio por lluvias o por el aumento de caudales

Este informe del Sistema Automático de Información de Calidad de las Aguas corresponde a los años 2015 y 2016, con los datos registrados en continuo por las estaciones que la componen.

Esta red permite detectar alteraciones puntuales y complementa al resto de medidas de calidad destinadas al control general del estado de las masas de agua o a seguimientos más específicos.

Las incidencias documentadas corresponden en su mayoría a aumentos de la concentración de amonio. Son problemas debidos generalmente a episodios de lluvia, con aumentos bruscos de caudal y en ocasiones, por fallos en alguna estación depuradora de aguas residuales o vertidos puntuales. También se han detectado alteraciones de la calidad por el bajo caudal.

Estos hechos se comprueban en las estaciones con mayor número de incidencias, que repiten respecto a otros informes: Arga en Echauri, con 36 incidencias por picos de amonio; Zadorra en Arce, con 18 incidencias y Ega en Arínzano, con 15 incidencias por el descenso de oxígeno disuelto.