La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha abierto un expediente de denuncia a la empresa Montecinca de Monzón por no sanear como debía una zona afectada por vertidos de DDT, un producto de gran toxicidad empleado para fabricar insecticidas. El organismo de cuenca exige a la empresa que lleve a cabo una limpieza adecuada de los llamados residuos históricos, como se le requirió ya en el año 2000, al mismo tiempo que le advierte que podría ser sancionada por causar daños por un valor de 4.800 euros.

La última semana de agosto una actuación de componentes de Greepeace, que protagonizaron un llamativo acto para reclamar la atención sobre los vertidos de DDT al Cinca, disparó de nuevo la polémica en torno a Montecinca.

Los ecologistas tomaron muestras de la zona oficialmente conocida como Dominio Público Hidráulico (DPH) --responsabilidad de la CHE-- y forzó al organismo de cuenca a una reunión para trazar líneas de colaboración. El objetivo era subsanar los daños ya realizados y marcar pautas para evitar más consecuencias medioambientales en el futuro.

Ahora el organismo que preside José Luis Alonso obligará mediante el expediente abierto a que Montecinca se preocupe de sanear correctamente toda la zona afectada.

Para ello deberá contratar a un gestor autorizado, ya que en esta ocasión los residuos --la contaminación no sólo está en el agua-- deberán ser trasladados a un vertedero preparado para su tratamiento. El terreno afectado deberá ser excavado a conciencia y saneado hasta el último palmo.

La CHE detalla que la limpieza de los daños producidos por el DDT debe incluir el canal de vertido y las inmediaciones de la balsa de captación de agua.