El último informe sobre el comportamiento de la ladera derecha de la presa de Yesa (Navarra) concluye que el movimiento global es imperceptible desde el pasado 30 de marzo de 2014 hasta la actualidad, gracias a las obras de emergencia ejecutadas para su estabilización, ha informado la CHE.

La Confederación Hidrográfica del Ebro, que ha remitido a los interesados y ha publicado en su web (www.chebro.es) ese informe, indica que los 47 puntos de control detectan movimiento nulo y 2 registran movimientos extremadamente lentos, atribuibles además a movimientos locales al encontrarse en el borde de la plataforma de la carretera y que no comprometen la estabilidad de la ladera.

Según la CHE, los sensores con los que se ha realizado "un control exhaustivo y una rigurosa observación" ya no son capaces de percibir esos niveles tan bajos de movimiento y las lecturas están incluso dentro de los valores de error de apreciación.

Por ello, este informe, en el que se ha incluido un análisis de datos desde enero de 2013 y hasta junio de 2014, va a ser el último de esta serie informativa, ya que no se aprecian cambios de tendencia y los valores de error provocan interpretaciones incorrectas técnicamente.

Desde que a finales de enero de 2013, tras un periodo de intensas lluvias en la zona, se detectara una aceleración del movimiento en la ladera del estribo derecho de Yesa, se ha realizado un exhaustivo seguimiento a través de 79 puntos control topográfico repartidos por la ladera y de 127 campañas de observación, en las que se detectó un valor máximo de velocidad, los 40 mm/semana de febrero de 2013.

La intervención inmediata ante la detección del problema con las obras de emergencia que arrancaron ese mismo mes de febrero permitió una ralentización del movimiento a partir de abril de ese año, cuando el movimiento detectado pasó a consideración, según las clasificaciones internacionales, de "muy lento", con un máximo de 3 mm/mes en algunos puntos de control, una tendencia que se ha mantenido hasta el 30 de marzo de 2014.

Desde esa fecha y hasta la actualidad, el movimiento pasa a ser inapreciable.

En concreto, 47 puntos de control detectan un movimiento nulo y otros 2 registran movimientos extremadamente lentos atribuibles a movimientos locales al estar ubicados al borde de la plataforma de la carretera, por lo que estos registros no comprometen los coeficientes de seguridad de la presa, asegura la CHE.

También muestra un movimiento nulo el registro de los puntos ubicados en las urbanizaciones de El Mirador de Yesa y Lasaitasuna, donde el ayuntamiento de Yesa resolvió el desalojo de viviendas (19 en El Mirador y 44 en Lasaitasuna) en febrero de 2013.

Esta situación se da tanto en los puntos que se sitúan en la zona de seguridad como los instalados en la zona fuera de los límites de deslizamiento.

El resto de puntos de control, o nunca a lo largo de las campañas de observación han registrado movimientos (un total de 25) o se ubican fuera de los límites de deslizamiento y muestran movimientos locales totalmente independientes de la estabilidad de la ladera (un total de 4 puntos).

En el informe se expone que la situación actual de paralización del movimiento global de la ladera no impide que puedan existir en un futuro movimientos locales puntuales relacionados con el proceso de vaciado del embalse en las zonas de perímetro del mismo, o en la propia ladera como consecuencia de efectos de la lluvia, pero "no afectarían a las condiciones de seguridad de la ladera", agrega la CHE.

Esta extensa red de control es la que permitió a la CHE detectar de forma inmediata el problema geológico de movimiento de la ladera y definir la solución técnica más rápida y efectiva.

La CHE ha mantenido informados a los interesados sobre la evolución del movimiento y el estado de las obras de emergencia realizadas en la zona, a través de la remisión de informes y también con reuniones desde un punto de vista técnico o con el presidente del organismo, Xavier de Pedro, que el pasado mes de mayo recibió a los representantes de la urbanización Lasaitasuna.

En este encuentro, se expuso la situación actual de la ladera, se trasladó información sobre el final de las obras de emergencia y se trató la situación del expediente de reclamación patrimonial que han presentado los afectados y debe resolver el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Las obras de emergencia para la estabilización de la ladera de Yesa han supuesto una inversión de 25 millones de euros y se han ejecutado en dos fases.

La CHE va a continuar realizando seguimientos y planteando actuaciones encaminadas a mantener la estabilidad de la ladera dentro del propio proyecto de recrecimiento del embalse de Yesa.

Con los registros de movimiento se concluye que la intervención inmediata ha cumplido su objetivo, garantizando la seguridad de la presa de Yesa, que con su obra de recrecimiento influirá también de forma positiva en la estabilidad de esta ladera.