La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) solicitará a Expo Empresarial la retirada de los hierros de la estructura del Iceberg que han aparecido en el río debido al estiaje. La entidad está preparando un documento para pedirle que elimine los restos que hayan podido aparecer en el cauce del Ebro para que este retorne al estado en el que estaba antes de la construcción del escenario, tal y como figuraba en la concesión de la utilización.

Según indicaron ayer fuentes de la CHE, ya se han llevado a cabo los primeros contactos con la empresa, pero se está preparando un escrito para realizar la reclamación de forma oficial.

Expo Empresarial ya reconoció el martes que si se determinaba que los hierros de unos 90 centímetros aparecidos en el Ebro hace unos días pertenecían al Iceberg no tendrían "ningún problema" en retirarlos cuando se lo solicitaran.

La CHE estudió el origen de las barras de hierro a comienzos de semana, después de que este diario informara de su aparición, y el miércoles confirmó que pertenecían al Iceberg.

El escenario era una estructura de 1.700 metros cúbicos de hormigón, 6.200 escolleras de protección contra crecidas y 50 pilotajes hincados en el lecho del cauce y Expo Empresarial, en su momento Expo Agua, encargó su desmontaje a otra empresa. Según indicaron fuentes consultadas por este diario, Expo Empresarial baraja la hipótesis de que se trata de un pilotaje que habría permanecido oculto por los sedimentos hasta este verano, cuando el Ebro ha sufrido un estiaje severo.

Estas barras, según explicaron desde la asociación Iberflumen, son "unas trampas peligrosas" tanto para piragüistas como para los propios Ebrobuses y demás embarcaciones.

CONTAMINACIÓN Al margen de estos hierros, que se retirarán en los próximos días, la situación del Ebro preocupa a varios sectores de la sociedad. Tras las denuncias realizadas por la Fundación Nueva Cultura del Agua el miércoles, Chunta Aragonesista presentó ayer una iniciativa para que, de forma urgente, el Gobierno de Aragón realice un diagnóstico del estado del cauce del río Ebro a su paso por Zaragoza.

"No podemos hacer oírnos sordos, sino que hay que seguir investigando para conocer el alcance del problema y plantear soluciones de urgencia que eviten que el río siga degradándose", explicó el diputado Joaquín Palacín.

Al parecer, se ha advertido la aparición de una planta invasora, azolla filiculoides, que revela falta de oxígeno y una alta concentración de fosfatos en el agua. Todo esto puede ser debido a la sequía, que ha hecho bajar el nivel del agua, pero también a depuraciones parciales de los residuos vertidos y a la salinización generada por nitratos y fosfatos de la actividad agraria, indicó CHA en una nota de prensa.