Arriba y abajo, en hospitales, en servicios públicos, en transportes, en la Policía, entre los abogados, en la Guardia Civil… Casi desde cualquier sector se están reclamando medidas de seguridad para prevenir contagios, sobre todo mascarillas, uno de los productos más preciados desde que comenzó la crisis del coronavirus. No hay, no encuentran o no quieren. El primer supuesto no es real. Lo confirma un aragonés que lleva viviendo más de 12 años en China, donde tiene una empresa de trading llamada LIEM Group capaz de conseguir estos protectores faciales y otros suministros médicos en muy poco tiempo. "Veo que en España la situación es crítica. Sanitarios, Policía, pacientes o servicios públicos no disponen de equipos de protección individual y trabajan expuestos al virus. Y oigo y leo que es porque no se puede conseguir material, pero yo vivo en China y tengo fácil acceso a ese material, mascarillas, test (de coronavirus), trajes, etcétera y nadie los está pidiendo. Me sorprende mucho”, explica Eduardo Vallejo.

La sorpresa de este zaragozano residente en Shanghai es que haya tal demanda en España, tantas quejas repartidas, y nadie se haya puesto en contacto con él. “Voy leyendo en los periódicos españoles que están desbordados los hospitales, que no hay material y no se puede conseguir, que a nivel internacional nadie puede comprar… Y me sorprende mucho porque yo puedo ayudar a conseguir este material médico. He estado en contacto con Salud, de Aragón, para facilitarles material. Me consta que están haciendo el máximo esfuerzo y buscando alternativas, pero ahora mismo las cosas no son sencillas por el control del Gobierno central sobre los insumos médicos que puedan llegar a aduanas”.

En estos momentos ningún particular puede comprar para uso propio o para vender, ya sea farmacia, distribuidor farmacéutico o cualquier otro. No está permitida la venta a hospitales, así de simple. Lo controla todo el Gobierno central, que requisa y distribuye como le parece. “No sé si son los medios, los hospitales o el Gobierno central, pero quiero hacerles llegar este mensaje: yo tengo acceso a este material, así que si es solo falta de material, yo les puedo ayudar a conseguirlo; si es por otra causa, ya se escapa de lo que yo puedo aportar”, afirma rotundo Vallejo.

Desde otros países ya está recibiendo los primeros encargos para exportar mascarillas, “pero me gustaría primero hacerlas llegar a mi país antes que a otros, aunque no encuentro la manera”, confiesa Vallejo. "He hablado con gente del Salud y entiendo sus dudas, sobre todo de cara a la recepción de este material médico. Ambos queremos que llegue. Si es verdad que falta material, me pongo a disposición del Gobierno central, pero no tengo manera de contactar con ellos”.

¿Y cuántas podría hacer? “A eso no puedo contestar, no es tan fácil decir un número en estos momentos. Está todo desbordado ahora mismo, con todos los países pidiendo. Aunque sí puedo asegurar que el número no sería un problema. Ahora mismo tengo acceso a un stock de 130.000 mascarillas KN95. Todos los días se fabrican, pero otros países van a empezar a demandar, aunque en estos momentos la cantidad no sería un problema”, explica el fundador de LIEM, que esgrime las variables para explicar el tiempo de entrega: “Depende de cuándo se pidan, ya que puede afectar al transporte, de la cantidad, si hay en stock o hay que producirlas, cómo quieren que sean enviadas… Pero en cuatro o cinco días puede estar el envío en España desde que se piden si hay existencias. Si no, habría que producirlas, aunque ya digo que se está trabajando a todo trapo”.

Vallejo es una parte importante y altruista del crowdfunding, donde explican que la situación en España es muy grave por la falta de equipos de protección como mascarillas, gafas, batas o guantes. La doctora en Ciencias de la Salud y profesora e investigadora de la Universidad de Zaragoza, Isabel Iguacel Azorín, junto con Jorge Garza Güell, quien trabaja en Comercio Internacional y Estrategia, además de un nutrido grupo de profesionales sanitarios aragoneses, pusieron en marcha esta campaña de recaudación de fondos online.

"Estoy muy al tanto de la situación en España porque participo activamente en el crowdfunding 'Material sanitario para hospitales públicos de España', en el que hemos conseguido más de 22.000 euros en donaciones", dice Vallejo, que no solo ha puesto su generosidad a disposición del crowdfunding. "Les facilito el contacto con mis proveedores para que puedan comprar directamente de ellos, y el 100% de lo recaudado se traduzca en material médico. El problema es que ahora no tenemos forma de hacerlo llegar", concluye.