Una pequeña plaga de chinches obligó el pasado domingo a desalojar un calabozo de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, en el paseo María Agustín de Zaragoza. Los detenidos, en espera de pasar a disposición judicial, tuvieron que ser trasladados a la comisaría de distrito de Delicias, aunque el problema, según detallaron fuentes policiales, solo duró un día. Tras fumigar la instalación, los calabozos pudieron volver a usarse con normalidad.

El problema se descubrió el lunes por la mañana, cuando al menos dos de los detenidos que iban a comparecer ante el juez se quejaron de los picotazos que les habían producido los parásitos. Según confirmaron fuentes policiales, uno de ellos sufrió varios habones en la espalda y otro incluso tuvo que ser atendido por las heridas en un brazo, aunque ninguno, al menos que conste, presentó reclamación por ello.

Fuentes policiales señalaron que, ante la falta de antecedentes, se concluyó que los insectos habrían viajado con alguno de los detenidos de esa noche, aunque no se pudo precisar quién. El problema se limitó a una de las celdas, y tras reubicar a los arrestados en la comisaría de Delicias --habitualmente van a la del Actur, pero los calabozos están actualmente en obras--, se solventó la incidencia.