La Policía Nacional detuvo ayer de madrugada a dos jóvenes como supuestos responsables de la oleada de robos en taxis de estacionados en garajes privados de la capital aragonesa. Un chivatazo de unos compinches permitió esclarecer estas sustracciones que pusieron en alerta a todo este colectivo.

Según fuentes consultadas por EL PERIÓDICO, para la resolución de estos robos fue fundamental la detención de otros dos jóvenes de 18 y 20 años que previamente fueron rescatados de un ascensor en el que se habían quedado atrapados, en el barrio zaragozano del Actur. Aunque fueron detenidos por un delito de daños, los agentes sospechan de que, en realidad, lo que pretendían era robar en los trasteros de la comunidad de la calle Averroes. Ellos dijeron en un primer momento que se quedaron encerrados cuando abandonaban la casa de un amigo donde habían acudido a jugar a la videoconsola. Una argumentación que rápidamente se les vino abajo, puesto que esa supuesta persona no vivía allí.

Tras comprobar que su versión de los hechos había sido desmontada y ante la imputación de robos en trasteros, los dos jóvenes decidieron colaborar con el Cuerpo Nacional de Policía y señalaron a los responsables de los robos en más de una veintena de taxis en barrios del Arrabal, Actur y La Almozara.

Como adelantó este diario, el modus operandi empleado era siempre el mismo: accedían al interior de los aparcamientos, seleccionaban un taxi y empleaban un extintor para romper las ventanillas de los turismos. Tras ello, abrían la guantera e intentan apropiarse de los enseres personales de los conductores.

Los daños en los turismos fueron más elevados que los efectos que pudieron llevarse, puesto que los taxistas no suelen dejan dinero en el interior de sus vehículos cuando aparcan sus coches y se van a casa, ni tampoco las tablets y datáfonos que suelen emplear en su quehacer diario. No obstante, algún taxista se quedó sin efectos como, por ejemplo, unas gafas de sol.

La Policía barajaba la hipótesis de que que los autores de estos robos con fuerza realizaban labores de vigilancia para seleccionar a los taxis. Entonces, al igual que realizan otros ladrones como los especializados en trasteros, aprovechaban la entrada de algún vecino, haciéndose pasar por uno de ellos o un despiste mientras la puerta permanecía abierta, y accedían al interior. A partir de ahí tenían vía libre.

Hoy está previsto que pasen a disposición del juez de guardia de la capital aragonesa tanto los jóvenes arrestados por reventar un ascensor como los sospechosos de la oleada de robos a taxis.