Manuel Izaguerri Sánchez es el conductor de autobús de la empresa Avanza que ayer salvó la vida a la joven zaragozana a la que su pareja intentó degollar en Miralbueno. Un día después de demostrar ser un ciudadano ejemplar, reconoce que está “muy feliz porque ella está ya en planta”.

“No puedo olvidar como ella, mientras se desangraba, nos pedía que no la dejáramos morir, que quería vivir”, señala este zaragozano de 58 años que recuerda con todo detalle lo que ocurrió. “Llevaba la línea 53 y de repente vi que unas piernas salían de un coche, así que mire, frené y me bajé para saber lo que pasaba”, describe, mientras resalta que en un primer momento pensó “que le estaba dando algún ataque epiléptico”.

Una vez enfrente de ella, este hombre “vio que él llevaba un cúter en las manos y que la estaba cortando el cuello, así que la cogí de las piernas y la saqué hacia la calzada”. “Él fue detrás para intentar seguir agrediéndola, pero traté de impedirlo y por ello estoy herido en la mano”, asevera. Seguidamente, él comenzó a autolesionarse y a decir que “se quería morir”.

Manuel está casado y es padre de un chico y una chica de las mismas edades que el agresor y la víctima. Reconoce que “lo volvería a hacer mil veces”, a pesar de que sus seres queridos le han dicho que está loco. “Para mí no es una locura”, afirma. Además, resalta que es vecino del barrio de Garrapinillos, como la víctima, y que su hija fue al instituto con la joven agredida.

Esta mañana ha recibido la felicitación de decenas de compañeros y de los responsables de Avanza en Zaragoza, cuya empresa le ha dado el día libre. La delegada del Gobierno en Aragón, Carmen Sánchez, también le ha llamado para agradecerle este acto heroico.