Huesca. -- El estallido del chupinazo lanzado desde el balcón del Ayuntamiento de Huesca reunió hoy en la plaza consistorial a miles de personas que celebraron con cantos y bailes el comienzo oficial de la semana de las Fiestas de San Lorenzo.Al petardo oficial siguió una explosión de gritos y de litros de alcohol lanzados al aire que convirtió la plaza en un torbellino multicolor que dificultó, como todos los años, la audición del pregón leído por la concejala de Fiestas en su primer año al frente del área, Teresa Sas, cuyos vivas a Huesca y San Lorenzo se elevaron en la megafonía para ser coreados por la gente.Durante unos minutos, la plaza del Ayuntamiento oscense fue el corazón que marcó el ritmo de la ciudad y el comienzo de unas fiestas que se prolongarán durante siete días.Lluvia artificialAntes del mediodía, hora señalada para la explosión del cohete festivo, la multitud congregada en la plaza hizo subir la temperatura media en al menos diez grados. Los bomberos de la ciudad, ubicados estratégicamente en una esquina de la plaza con un camión cuba, derramaron en varias ocasiones lluvias artificiales de agua para evitar que el calor provocara indisposiciones o desmayos.Mientras tanto, en el interior del Ayuntamiento de Huesca tuvo lugar una recepción a la que no faltaron responsables institucionales de la Comunidad aragonesa con la tradicional pañoleta verde anudada al cuello.Alcalde de TarbesEl cohete festivo fue disparado este año por el alcalde de Tarbes, Gerard Pomés, con motivo del cuarenta aniversario del hermanamiento de Huesca con esta localidad del mediodía francés.Decenas de miles de personas contemplaron desde la céntricas calles de la ciudad el colorido paso de carrozas, mairalesas y peñas, antes de dispersarse en busca de un bar o chiringuito donde poder alejarse del calor.Chiringuitos, terrazas, charangas, bares y ferias llenan desde hoy y durante siete días la ciudad para distraer con su variada oferta a todos los que deciden vivir la fiesta en la calle, auténtico escenario y termómetro del jolgorio.