También ocurrió en Zaragoza. Allá donde vayan, los navarros llevan su tierra en el corazón. Eran las doce del mediodía. En la calle de Santiago de la capital había ambiente de fiesta. Sonó un silbido inequívoco de chupinazo. ¡Viva San Fermín! La Casa de Navarra abría así sus particulares fiestas en la distancia, que son otra tradición simultánea a la pamplonica. Con emoción, aunque con más ausencias... "Al ser domingo, mucha gente se ha ido a Pamplona esta vez". Lo contaba la presidenta del hogar, Rosa Mary Ibáñez, que estuvo junto a Óscar Berlín, joven socio de la entidad que se encargó de lanzar el chupinazo este año. No faltaron muchos miembros de la junta (Ana Notivoli, Mariano Romero, Agustín Abello, Concha Portero, Alfredo Bergua, Pérez Fonseca...). Todos dispuestos a corear el "viva", a disfrutar del vermouth (seguro que para algunos se prolongó hasta alcanzar la categoría de "torero") y a bailar al ritmo de la música aunque fuera enlatada (porque "la economía de la casa" este año no da para charangas). Hoy, sigue el programa de la Casa de Navarra, con misa en el Pilar, a las 20 horas, y ofrenda de flores posterior. La Virgen también lucirá manto en honor a Navarra. Pues eso... ¡Que viva!