Un ciclista que dio 0,60 mg/l en el control de alcoholemia protagonizó el viernes una insólita escena ante los policías locales que le pararon en el paseo Echegaray y Caballero de Zaragoza. Convencido de que haciendo ejercicio podría reducir la tasa, dedicó los minutos de plazo que le dieron los agentes entre prueba y prueba para hacer flexiones ¡a una mano!.

Al final, no le sirvió de nada (en la segunda ocasión, diez minutos después de la primera, dio la misma tasa), episodio que la Policía Local ha aprovechado para difundir por la red un mensaje que desmonta bulos como que beber mucha agua, hacer ejercicio o masticar pasta de dientes o caramelos rebaja la tasa de alcohol. En este caso, dar positivo encima de la bici se saldó con 1.000 euros de multa.

Esta incidencia se ha conocido después de que el domingo la UAPO procediera a interrumpir la marcha de tres jóvenes patinadores al observar que circulaban por San Vicente Mártir de forma anómala. Los policías les sometieron a la prueba de alcohol y dieron positivo, por lo fueron denunciados por infracción administrativa (una multa de 500 euros)

A los ciclistas y usuarios de patinetes se les aplica la misma normativa que a los conductores de vehículos a motor. 500 euros si superan la tasa de 0,26 miligramos de alcohol por litro de aire respirado y de 1.000 si sobrepasan el límite de 0,50 miligramos.