Tarazona celebró ayer la romería del Quililay, una tradición con medio siglo de historia a la que los turiasonenses siguen siendo fieles. Tanto es así que fueron cientos de personas las que participaron en los distintos actos organizados por el ayuntamiento y el Cabildo de la catedral.

A primera hora de la mañana, la seo turiasonense acogió una misa y posteriormente los romeros procesionaron hasta el crucifijo.

Ya en Agramonte, la corporación municipal y el obispo de Tarazona, Eusebio Sola, fueron los encargados de repartir las más de 1.500 raciones de migas a la pastora elaboradas por la brigada municipal.

Después, se celebró una misa solemne en honor a la Virgen del Moncayo, y la jornada finalizó con la procesión de los romeros hasta la catedral, con festival de jotas.