El hospital Miguel Servet cerrará, este verano, "menos camas que nunca". Así lo aseguraron ayer fuentes del Salud a falta de concretar datos oficiales aunque las clausuras serán "muchos menos que el año pasado", como consecuencia de la aplicación del plan de choque para atacar la peor lista de espera de la historia de la comunidad.

La necesidad de camas destinadas a estos pacientes provocará que, en esta ocasión, se habilite una cantidad mucho más amplia de habitaciones, principalmente, en el Servet, que acogerá la mayor parte de intervenciones incluidas en el plan. "Tras analizar las urgencias que van a venir y las cirugías tanto en horario ordinario como vespertino que se van a realizar, se cerrarán muchas menos camas de junio a septiembre", aseguraron fuentes de la Administración sanitaria.

Mientras, el servicio de Urgencias del Servet recobró ayer la tranquilidad tras numerosos días de saturación. La apertura de la segunda planta de Traumatología para acoger a pacientes ingresados desde Urgencias ha mitigado, de momento, un problema que viene produciéndose de forma habitual desde hace semanas. "Se están dando más altas", advirtió, en este sentido, un miembro del personal sanitario de Urgencias.

ÁREAS SANITARIAS

Por otra parte, el consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, volvió a justificar ayer en Monzón la reducción de ocho a tres áreas sanitarias y apeló a la "movilidad" y "formación" de los profesionales, así como a la "integración" de servicios, principalmente, entre los dos grandes hospitales de la capital aragonesa, el Miguel Servet y el Clínico.

Precisamente, los sindicatos con representación en la mesa sectorial mostraron, la pasada semana, su rechazo a esta medida e, incluso, se negaron a negociar con el gerente del Salud, Ángel Sanz, que presidía su primer encuentro con las organizaciones sindicales, que protestaron por la inclusión, como último punto del orden del día y a última hora, del decreto de implantación del área única.