Tras 60 años de historia, la Clínica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza echará el cierre este otoño, dejando en la calle a cincuenta trabajadores que actualmente forman su plantilla. Tras el fracaso de las negociaciones para vender la sociedad, la dirección confirmó ayer esta noticia, comunicada a los trabajadores a finales de la semana pasada.

Los empleados dicen estar abatidos y "estupefactos" y se sienten "perjudicados" por la empresa. Esta por su parte asegura que todos los miembros de su consejo de administración están "abatidos". "Una empresa familiar como la nuestra no es hoy por hoy rentable en el mundo hospitalario y no podíamos mantener más esta situación, lo que nos obliga a cerrar", explicó la dirección.

Empresa y trabajadores coinciden en el fracaso de las negociaciones para la venta como motivo del cierre, aunque la representación de los trabajadores cree que "estas conversaciones no han fructificado porque la clínica está obsoleta y no ha invertido en modernización". En cualquier caso, el grupo Quirón, que hace escasos ocho meses decía estar "muy ilusionado" con la adquisición de la clínica admitió que "los intereses de la firma han cambiado".

INTERROGANTES Ajenos en su mayoría a este tipo de cuestiones empresariales, la mayoría de los trabajadores mostraba ayer su preocupación. Muchos han desarrollado buena parte de su carrera en la clínica y no saben cuándo se producirá el cierre. "Sólo nos han dicho que es inminente", explicaba ayer la representante sindical.

"Estamos trabajando sin saber si vamos a cobrar este mes y, tal y como van las cosas, nos vemos de patitas en la calle y sin una indemnización" , añadió la portavoz de los trabajadores que fechó en el 30 de octubre "el plazo máximo para el cierre", un extremo no confirmado por la empresa. "Anímicamente, también estamos destrozados, porque esta clínica ha sido de lo mejor de Zaragoza durante 65 años".

El consejo de dirección aseguró que está haciendo "todo lo posible e intentando recolocar a los trabajadores". "Todavía no hemos presentado los papeles, con lo cual todo se hará dentro de su curso legal y no conocemos los plazos del cierre pero decidimos comunicárselo a los trabajadores porque creímos que merecían una explicación".

Los pacientes no se verán muy afectados por esta situación, ya que la Clínica, fundada en los años 40 por el eminente doctor Teixeira, es sobre todo quirúrgica y carece de plazas para hospitalizaciones largas. La plantilla estima que será fácil reprogramar estas intervenciones en otros centros privados.