Los efectos de Helena, la borrasca que mantiene en alerta a toda España por el fuerte viento, oleaje y nevadas, provocaron ayer que los Bomberos de Zaragoza realizaran 43 salidas relacionadas con un cierzo que llegó a superar con sus rachas los 90 kilómetros por hora en la ciudad. El cierre de varios parques de la capital aragonesa, señales de tráfico caídas, ramas, antenas y árboles arrancados y, especialmente, la evacuación de un centenar de personas el campo de fútbol de La Azucarera son algunas delos efectos del paso de la borrasca Helena, que obligó a activar el protocolo de alerta naranja desde las diez de la mañana hasta pasadas las diez de la noche.

De esta manera, los parques Pignatelli, Grande, Bruil, Tío Jorge, Castillo Palomar, Delicias, de la plaza de los Sitios y la arboleda de Macanaz tuvieron que permanecer cerrados hasta la noche, cuando la Policía Local procedió a su reapertura. El resto de las actuaciones resultaron las habituales en estos casos, como las caídas de ramas, de antenas, de algún árbol y las afecciones a elementos como toldos o tendedores.

El caso más llamativo resultó la evacuación ayer por la mañana del campo de fútbol de La Azucarera por el riesgo de que volara parte de la cubierta de una nave cercana. Esta circunstancia afectó a unas cien personas entre público, jugadores y entrenadores.

No obstante, el problema se pudo solucionar por la tarde, ya que se aseguraron la mayoría de las láminas de material sintético que corrían el riesgo de caer por el viento y otras que han sido arrancadas. Las instalaciones podrán ser utilizadas hoy, aunque obligó a suspender algunos partidos ayer. En los trabajos sobre la cubierta de la instalación participaron catorce profesionales en dos equipos, uno por la mañana, que durante tres horas intentaron asegurar la cubierta y que tuvieron que abandonar por problemas de seguridad, y uno por la tarde, que acudió cuando lo permitieron las rachas de viento. Este último, en poco más de una hora, pudo terminar los trabajos.

MÁS MUNICIPIOS

Zaragoza no fue la única localidad aragonesa que sufrió ayer los efectos de la borrasca. En Sariñena, en la provincia de Huesca, parte de la población se quedó sin suministro eléctrico y, en consencuencia, de agua. Varios hogares del municipio monegrino perdieron ambos servicios cuando se desconectó una línea de media tensión a causa del viento, que en la zona llegó a rondar los 50 kilómetros por hora. La avería de la instalación duró cerca de siete horas, desde las doce y media de la mañana hasta las 19.00. En la misma comarca, otros municipios, como Lanaja o Alcubierre, sufrieron cortes intermitentes de energía eléctrica. Sin salir de la provincia, el viento dejó alguna que otra indicencias más. En Fraga, su consistorio se vio obligado a cerrar el parque de la Pinada, mientras que un árbol ubicado en la plaza de España fue talado ante el riesgo de caída que presentaba.

Ante las inclemencias de la borrasca Helena, cabe recordar que la comunidad se mantuvo ayer en alerta naranja (riesgo importante) por nevadas en el Pirineo -en cualquier cota- y por rachas de viento de 90 kilómetros por hora en todo Aragón. La Agencia Estatal de Metereología (Aemet) advierte de que en el Pirineo existe riesgo alto de aludes y recomienda consultar el Boletín de Peligro de este fenómeno.