Cinco personas fueron detenidas el domingo pasado a la una de la madrugada en Zaragoza por agredir supuestamente a agentes de la Policía Local que les habían pedido que bajaran la música, dado que molestaba a los vecinos. En el curso de la discusión, uno de los sospechosos tosió y escupió a los policías al tiempo que decía que tenía el coronavirus. Los hechos se produjeron en la calle Santiago Lapuente, en el zaragozanno barrio Jesús. Vecinos de esa vía urbana llamaron al 092 y denunciaron que no podían dormir por el ruido procedente de una vivienda.

Los agentes de una patrulla se dirigieron al lugar y pidieron a los moradores que bajaran el volumen. Pero estos, lejos de obedecer, se abalanzaron sobre los agentes, que solicitaron ayuda a otras patrullas, según información facilitada por el cuerpo policial municipal.Un portavoz oficial señaló ayer que los agentes fueron increpados e insultados y que recibieron golpes, por lo que fue preciso reducir a los inquilinos y detenerlos como supuestos autores de un delito de atentado a agentes de la autoridad, entre otras supuestas infracciones penales. En un momento dado, en las escaleras, uno de los moradores arrojó a los agentes un extintor.

VIOLENCIA

Los agentes, según el atestado, fueron recibidos por un hombre en el piso, situado en una cuarta planta, que tosió en su dirección y les escupió, al tiempo que les decía que tenía el coronavirus, extremo este que fue desmentido posteriormente tras ser sometido a un examen médico.

Uno de los detenidos, que fueron atendidos en comisaría por la abogada Carmen Sánchez Herrero, fue llevado al hospital Provincial para recibir asistencia médica y no fue posible suturarle una herida en la mano ante la agresividad que mostró con el personal, al que llegó a escupir.

Los cinco detenidos fueron puestos en libertad tras prestar declaración. Solicitaron ser examinados por un forense para que quedara constancia de sus heridas, dado que sostuvieron en sus declaraciones que estas les habían sido ocasionadas por los agentes de policía, a los que acusaron de golpearles, mientras negaban cualquier acto violento contra los mismos.

REDES SOCIALES

Los propios detenidos difundieron ayer por las redes sociales vídeos en los que aparecen en un calabozo y uno de ellos muestra reiteradamente una profunda herida que presenta en una muñeca. Sin embargo, según el atestado esa herida se la produjo al golpear la puerta del portal, tras lo cual amenazó a los agentes con un gran trozo de vidrio. Esta imagen se repite con otros arrestados que llevan la ropa ensangrentada y se quejan del trato recibido y señalan que han sido «atropellados».

En las imágenes se ve asimismo el suelo cubierto de gotas de sangre y uno de ellos dice una y otra vez que están «sangrando como perros», al tiempo que solicita que los lleven a un hospital para ser examinados. Uno de los agentes que intervino en la acción resultó herido por cristales en la cara al golpear un detenido la puerta. Asimismo, según los policías, alguien les lanzó macetas desde los pisos superiores del edificio.