El Grupo de Informes y Apoyo de Tráfico de la Guardia Civil (GIAT) ha detenido en apenas quince días a cinco personas extranjeras por intentar canjear carnets de conducir falsos de la Unión Europea por permisos españoles. Una práctica bastante extendida entre inmigrantes que cuentan con permiso de residencia en España, que suelen pagar altas cantidades por la compra de los documentos.

Fuentes de la Benemérita explicaron a EL PERIODICO DE ARAGON que existen sospechas de que detrás de estas actitudes delictivas de falsedad de documento público se esconden "pequeñas mafias" que se dedican a la elaboración de los soportes. Pero este extremo aún no se ha podido confirmar.

En concreto, los cinco detenidos entre el pasado 23 de octubre y el 5 de noviembre son un ciudadano de Mali, nacido hace 30 años y cuyas iniciales con M. D.; un mauritano de 26 años, B. C.; un hombre nacido en Gambia en 1968, B. T.; un ucraniano de 52 años, Y. H.; y un inglés de origen senegalés de 30 años, S. W.. En lo que va de año se han llevado a cabo otros siete arrestos por este motivo: dos de los documentos eran franceses, tres italianos, uno ecuatoriano y uno argentino.

Aunque los cinco detenidos presentaron en todos los casos permisos de conducir de la Unión Europea en la Jefatura Provincial de Tráfico de Zaragoza --tres portugueses, uno italiano y uno inglés--, los documentos despertaron las sospechas del GIAT, que tras confirmar su falsedad procedieron al arresto de los individuos.

"No hemos constatado un aumento considerable de estas prácticas en la capital aragonesa en los últimos años. Pero sí hemos confirmado que es un fenómeno ligado a la inmigración, ya que los detenidos suelen responder al perfil del extranjero de origen africano que quiere mejorar sus condiciones de vida y que, al tener un conocimiento del idioma muy limitado, suele adquirir estos permisos de forma ilegal", indicaron las fuentes consultadas.

Resulta especialmente llamativo el alto precio que pagan los compradores por los carnets. Aunque en la mayoría de las ocasiones las cantidades oscilan entre los 300 y los 500 euros, se dan casos de personas que han llegado a abonar cerca de 900. Sin embargo, las investigaciones para dar con los fabricantes de los soportes suelen resultar "bastante complicadas" porque los detenidos apenas aportan datos.

"La mayoría de las ventas se realiza en bares donde se juntan muchos inmigrantes o en locutorios. Es en esos puntos de reunión donde se hacen los contactos, pero lo cierto es que cuando interrogamos a los detenidos casi nunca quieren hablar, porque tienen mucho miedo a las consecuencias que puede provocarles el problema".

A la hora de actuar, el procedimiento que sigue el GIAT suele ser casi siempre el mismo. Cuando alguien intenta canjear un permiso sospechoso en la Jefatura Provincial de Tráfico, los hechos se ponen en conocimiento de los miembros del GIAT, que comprueba en los países de origen la autenticidad del documento. A veces, la propia calidad del papel también sirve para detectar el fraude. Y en caso de que sea falso, los agentes del grupo se desplazan a los domicilios de los implicados para proceder a su detención.