Los análisis realizados por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en 23 puntos de muestreo han revelado incumplimientos en el uso de plaguicidas en cinco estaciones, dos menos que en el año anterior.

La CHE ha presentado su último informe anual para el control y vigilancia de la contaminación de origen agrícola en las aguas superficiales de la cuenca del Ebro, en el que se han realizado 2.489 análisis de 25 sustancias diferentes en 23 puntos de muestreo, según ha indicado el organismo de cuenca en un comunicado.

En total se han llevado a cabo cinco muestreos en los meses de febrero, mayo, junio, julio y septiembre y, de las 25 sustancias analizadas, 16 se han estudiado con una frecuencia de cinco análisis al año y 9 con una anual.

Como novedad este año se ha analizado también la presencia de plaguicidas durante los meses de julio y septiembre en dos puntos de la Red de Indicadores Ambientales del Delta del Ebro (Riade) donde de los 43 analizados, se han detectado cinco.

La mayoría de los puntos de muestreo están ubicados en tramos de río que recogen las aguas de escorrentía de las zonas agrícolas.

Las estaciones en las que se ha obtenido un mayor nivel de plaguicidas son las del barranco de La Valcuerna en Candasnos, Flumen en Sariñena y Clamor Amarga en Zaidín y, en menor medida, en Arba de Luesia en Tauste y Jalón en Grisén.

En concreto, se superó la concentración media anual por Clorpirifós en La Valcuerna -que también sobrepasó por Terbutilazina- en Arba de Luesia en Tauste, el Flumen en Sariñena, en Clamor Amarga en Zaidín y en Noguera Ribagorzana en acequia de Corbins.

Además, excepto en Arba de Luesia en Tauste, en los cuatro puntos restantes se superó en uno o dos muestreos la concentración máxima admisible por Clorpirifós.

La CHE ha analizado también la presencia de plaguicidas en las estaciones que controlan puntos donde se capta agua para abastecimiento (red ABASTA), para lo que se tomó una muestra en 120 de las 135 estaciones de la red para analizar la presencia de 29 sustancias.

Los resultados por encima del límite de cuantificación fueron pocos, un 1,8 por ciento, y en ningún caso la suma total de plaguicidas de un análisis fue superior a 500 miligramos por litro.

Estos límites no son de obligado cumplimiento para el agua bruta y con un tratamiento de potabilización adecuado, el agua de consumo humano queda exenta de plaguicidas.

El análisis de los plaguicidas se ha realizado en el Laboratorio de Calidad de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Ebro.

Los resultados se han interpretado según los criterios de la Directiva 2008/105/CE, por la que se establecen Normas de Calidad Ambiental.