A las cinco de la tarde, centenares de musulmanes que cumplen condena en las tres cárceles aragonesas extienden sus esterillas y se inclinan en dirección a La Meca para efectuar uno de sus cinco rezos diarios preceptivos. No disponen de un lugar recogido para la oración, que realizan en los patios de los centros, en sus celdas o en cualquier otra dependencia donde se encuentran en ese momento.

La mayoría de los 440 reclusos creyentes que albergan los centros de Zuera (300), Daroca (100) y Teruel (40) repite el mismo rito todos los días, con especial recogimiento en este mes del Ramadán, que cumple el 80% de estos internos.

No es la población reclusa musulmana especialmente beata en Aragón. Es un dato significativo que los dos imanes que estaban acreditados en la prisión de Zuera hayan dejado de acudir al centro para atender espiritualmente a los fieles "por falta de demanda", según fuentes penitenciarias.

No hay actos religiosos con periodicidad fija, ni cristianos ni musulmanes. Estas actividades son impulsadas por organizaciones no gubernamentales en el marco del voluntariado penitenciario. Como cualquier grupo que se ofrece a colaborar con Instituciones Penitenciarias, las asociaciones musulmanas pueden plantear a la dirección de los centros programas a realizar, que se estudian y se aprueban si se consideran procedentes, facilitando su ejecución. Sin embargo, la mayor parte de estos internos sí que cumple las obligaciones de todo buen musulmán. En la citada cárcel de Zuera, más de 250 observan escrupulosamente el Ramadán.

Es un derecho que está recogido en la instrucción general penitenciaria. "No constituye ningún problema. En este periodo se indica a las cocinas que preparen 250 raciones menos para las comidas, al tiempo que se refuerza el mismo número para las cenas", explica Andrés Gonzalo, el director de la prisión. También se considera la excepción en el tipo de comidas y se elimina para estos presos el consumo de cerdo o cualquier de sus derivados.

"Como ocurre con cualquier religión, Instituciones Penitenciarias facilita que los musulmanes cumplan con sus preceptos realizando estas excepciones en el orden diario de la cárcel. Sin embargo, no se han atendido otras demandas, como la que realizaron para que se dedicara las aulas de educación para sus rezos, ya que están destinadas a otras actividades para todos los presos, musulmanes o no. Tampoco se autoriza el rezo colectivo, no pueden unirse internos de los diversos módulos para la oración y cada uno la realiza alí donde se encuentra", señala Gonzalo.

Son pocos los presos musulmanes que no se identifican con las practicas religiosas y que incumplen los preceptos esenciales de los creyentes . No obstante, se dan algunos casos, incluso llegan algunos penados con problemas de alcoholismo, pese a la prohibición del consumo, y otros que no plantean conflicto para ingerir embutidos, pero son excepciones.

Los reclusos musulmanes han sido noticia la pasada semana por la investigación del juez Garzón, titular del Juzgado Central de Instrucción número cinco, para desmantelar una red terrorista islámica, que incluía a diez implicados que cumplen condenas en prisiones españolas, uno de ellos en Zuera.

Han trascendido con este motivo los problemas que generan algunos grupos de internos fundamentalistas en prisiones como la de Topas y algunas de Galicia. Sin embargo, no se ha detectado hasta ahora la actividad de reclusos en las cárceles aragonesas, según coincidieron funcionarios de las tres prisiones.

"No ha habido quejas de funcionarios ni de otros internos contra los musulmanes. Tal vez sea debido a que el fenómeno de la masificación de internos de origen árabe en Aragón es relativamente nuevo. Nunca ha habido tantos como ahora", señalaron fuentes de la cárcel de Daroca.

Marroquís, sobre todo, y argelinos constituyen la mayoría de este colectivo penitenciario, que constituye ahora el 17% del total de la población reclusa aragonesa. Los presos de otras nacionalidades sólo son el 6-7%, aunque las cifras son muy variables y cambian de un mes a otro.

"En general, los presos musulmanes en Aragón no se distinguen especialmente de otros colectivos. En la mayoría de los casos son personas que se integran con normalidad en las actividades de los centros, sin mayores problemas", afirman las fuentes penitenciarias consultadas.

En este sentido, son numerosos los presos árabes que acuden a las clases de lengua española, la mayoría de los 40 que siguen actualmente estas enseñanzas impartidas en dos cursos. Asimismo, hay otros 70 que se encuentran en lista de espera por falta de plazas.