Tremendo susto el que ayer de madrugada se llevaron los vecinos del número 2 de la calle Benasque de la capital aragonesa, después de que se iniciara un incendio en un piso situado en la primera planta y el denso humo se extendiera por todo el edificio. Como consecuencia de ello, cinco personas tuvieron que ser evacuadas, entre ellas un bebé.

El fuego se ha iniciado sobre las 00.40 horas en una vivienda situada en un primer piso. Según fuentes de los Bomberos de Zaragoza, sus inquilinos pudieron salir, pero dejaron la puerta abierta de tal forma que el fuego se propagó más rápido al tener una importante fuente de oxígeno y el humo generado ascendió por el hueco de la escalera por todo el inmueble. Ante dicha circunstancia, los bomberos tuvieron que auxiliar a cinco vecinos, tres de ellos por el hueco de la escalera y otras dos (una niña de 9 años y su madre) con autoescala. Todos ellos, así como un bombero, tuvieron que ser atendidos con máscaras salvavidas, aunque no fue necesario ningún traslado a centro hospitalario.

La habitación en la que se originó el fuego quedó completamente destrozada, mientras que el resto del piso también resultó dañado. El resto de viviendas no se vio afectado por el fuego, por lo que sus propietarios pudieron regresar a vivir. Los únicos que no pudieron fueron las personas que habitaban el piso en el que se originó el fuego.

En las tareas de extinción de incendios intervino un vehículo de mando, dos bombas, una autoescala y una ambulancia. En total participaron 22 bomberos del Ayuntamiento de Zaragoza. La Policía Científica investiga ahora el origen del fuego.

No obstante, los bomberos advierten de la importancia de no dejar velas encendidas y de los peligros de las estufas y braseros si están cerca de objetos que pueden prenderse fuego. Estos electrodomésticos son los causantes de la mayor parte de los incendios que se originan en las viviendas particulares en esta época del año.

RIESGOS

El riesgo de estos braseros no existe si están en habitaciones abiertas y bien ventiladas y si se toman las precauciones más elementales para impedir que pueda originarse un incendio. Sin embargo, la situación es la contraria si se ponen en una estancia cerrada ya que el monóxido de carbono puede causar la muerte por envenenamiento en apenas unos minutos porque sustituye al oxígeno en la hemoglobina de la sangre.

Entre las prevenciones básicas que deben tomarse está la de no cerrar por completo puertas y ventanas, sobre todo si la habitación no es grande (a mayor tamaño, es más difícil que se agote el oxígeno). También evitar que la tela que cubre los pies, el tapete, entre en contacto con el brasero y pueda causar un incendio y, por supuesto, nunca irse a dormir con él encendido. En Zaragoza, el ayuntamiento y la diputación provincial han puesto en marcha varias campañas en las que han repartido detectores de humo en la hogares de personas mayores.