Una investigación en la que participa el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) ha permitido identificar regiones y variantes del genoma de cerezo que ayudarán a adaptar su cultivo a zonas más cálidas y al incremento de temperaturas asociadas al calentamiento global.

En la investigación, dirigida por Ana Wünsch, jefa de la Unidad de Hortofruticultura, participa Alejandro Calle, investigador en formación de la Unidad de Hortofruticultura del CITA, junto con los investigadores de la Universidad Estatal de Michigan A. Lezzoni y L.Cai, informa el Gobierno de Aragón en una nota de prensa.

El avance en el conocimiento del control genético de este carácter en cultivares de cerezo de bajos requerimientos de frío y floración extra-temprana representa un importante hallazgo para mejorar la adaptación de la producción de cerezas a zonas más cálidas y al continuo incremento de temperaturas asociadas al calentamiento global.

Los árboles frutales, entre los que se incluye el cerezo, necesitan cumplir una serie de necesidades de frio (horas por debajo de 7 grados centígrados) para alcanzar la floración pero muchos de los cultivares tienen unos requisitos de horas frio muy altas, lo que hace que muchos de ellos solo se puedan cultivar en regiones muy frías y que en un futuro puedan tener problemas de floración debido al incremento de temperatura registrado durante los últimos años.

Este descubrimiento, que ha sido posible tras más de cuatro años de trabajo, permitirá adaptar el cultivo del cerezo a regiones con climas más cálidos, así como una mejor adaptación al incremento de temperaturas relacionadas con el cambio climático.

También ayudará a conocer qué genes dentro de las regiones identificadas están relacionados con la formación y desarrollo de las yemas florales, lo que permitirá completar el conocimiento del control genético y biológico de la floración en especies frutales, así como el desarrollo de herramientas que permitan acelerar el proceso de mejora genética para este carácter.

Ello ha sido posible gracias al estudio de variedades de cerezo locales españolas de bajos requerimientos de frío y floración temprana que constituyen un material vegetal único y que han permitido estudiar este mecanismo.

Los resultados de esta investigación (“Genetic dissection of bloom time in low chilling sweet cherry”; “Disección genética de la fecha de floración en cerezo con bajos requerimientos térmicos”), han sido publicados este mes de enero de 2020 en la revista Frontiers in Plant Science.