CiU introdujo ayer otra exigencia para apoyar, tras las elecciones generales del 14 de marzo, la investidura del popular Mariano Rajoy o del socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Josep Antoni Duran, secretario general y cabeza de cartel de CiU, anunció en el Congreso que la federación "no podrá votar la investidura" sin una revisión del Plan Hidrológico Nacional (PHN), que incluye el trasvase del Ebro.

CiU sumó esta exigencia a las ya anunciadas de una mejor financiación autonómica y un nuevo Estatuto. Sólo bajos sus condiciones, el partido votará la investidura de uno u otro presidente o se abstendrá si así la propicia.

A pesar de que CiU ha defendido que el trasvase del Ebro debería ser menor y completarse con uno del Ródano, y aunque consiguió un plan multimillonario de protección del delta, la formación votó a favor del PHN en el Congreso en el 2001. Sus votos y los de Coalición Canaria fueron los únicos apoyos al PP.

En Aragón, el portavoz del PP en las Cortes, Antonio Suárez, acusó al presidente aragonés, Marcelino Iglesias, de "decir verdades a medias, dependiendo del escenario" en la polémica hidráulica. El PP respondía a unas declaraciones que hizo Iglesias el lunes tras un coloquio con Margot Wallström, comisaria de Medio Ambiente, quien dio largas a la financiación europea del PHN.