La ciudad de Huesca se engalana desde días atrás de blanco y verde albahaca y espera en tensa calma el disparo, a las 12.00 horas de mañana, del tradicional chupinazo que anunciará el inicio de las Fiestas de San Lorenzo del 2019, que llevará la fiesta a las calles. Este año dos mujeres agentes de la Policía Local de Huesca tendrán el honor de encender la mecha del cohete, una elección acordada por unanimidad en la comisión municipal de fiestas con la que se quiere reconocer su labor en temas sociales como el maltrato, la familia o el absentismo escolar. Antes, el alcalde Luis Felipe impondrá de forma conjunta la Parrilla de Oro, una de las distinciones máximas de la ciudad, a varios grupos de jota y a dos comercios dedicados a confeccionar trajes tradicionales.

Los distintos escenarios festivos y los locales de las peñas ya están preparados para la fiesta, las brigadas municipales se aseguran de que todo está preparado y los turistas recorren la ciudad y observan cómo cambia conforma se aproxima el inicio de San Lorenzo.

El verde albahaca es el color y olor que dominan en una ciudad en la que las celebraciones religiosas y profanas se siguen combinando con normalidad, a pesar de la polémica decisión adoptada la pasada legislatura por el equipo de gobierno municipal de no participar en actos religiosos. Una decisión, sin embargo, que el TSJA resolvió de forma salomónica días atrás, en respuesta a un recurso del PP, con una sentencia que permite a los concejales asistir con los símbolos acreditativos de su cargo pero a título particular.

EL PULSO DE LA FIESTA

La cabalgata tras el chupinazo, que recorre el centro de la ciudad, los bailes, charangas y carrozas serán el termómetro que marque el pulso vital de las fiestas. A partir de entonces, los chiringuitos callejeros, la plaza de toros, el refugio nocturno de las peñas, las ferias, los conciertos y verbenas y cualquier lugar de la ciudad serán escenarios de las fiestas. Y una vez más, la tranquilidad de una ciudad de 50.000 habitantes se verá rota una multitud de visitantes que duplicará la población en los primeros días de las fiestas.

Para garantizar la seguridad durante las jornadas festivas, doscientos agentes de distintos cuerpos policiales pasearán por las calles y se ubicarán en los entornos de los lugares donde se produzcan mayores aglomeraciones. Este año, la persecución de posibles agresiones sexuales y la protección y acompañamiento de las víctimas serán una vez más el principal objetivo de las fuerzas policiales desplegadas a lo largo y ancho de la ciudad.