Conseguir una ciudad sostenible, cómoda, próxima y habitable son algunos de los objetivos que se recogen en el Pacto Ciudadano por la Movilidad Sostenible que mañana suscribirá en Zaragoza el foro ciudadano del mismo nombre integrado por ocho organizaciones y colectivos.

El pacto será suscrito por los secretarios generales de UGT, Daniel Alastuey, y CC.OO, Manuel Pina; Javier Cañada, del Colectivo Pedalea; Miguel Gironés, del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas e Ingenieros Civiles de Aragón; el director de Ecodes, Víctor Viñuales, y los presidentes de Ecologistas en Acción Aragón, Fernando Rived; FABZ, Nieves Boj; y Fundación DFA, Marta Valencia.

Fuentes de la Federación de Asociaciones de Barrios (FABZ) explican en una nota de prensa que el nuevo pacto presenta un amplio abanico de propuestas, fruto del trabajo y la experiencia de las diversas entidades que forman el foro y que firmaron el anterior pacto en 2004.

Por tanto, la actualización del pacto es, como señala el documento, el resultado de todo el trabajo de diferentes colectivos como las asociaciones de vecinos, con sus reivindicaciones concretas; de la FABZ, con sus planteamientos globales; de los colectivos específicos como los ciclistas, o de colectivos profesionales y sociales con su aportación en forma de opinión, propuestas o jornadas de trabajo sobre estos temas.

Reivindicaciones que se han plasmado de manera consensuada en un conjunto de propuestas concretas sobre los diferentes aspectos y modos de la movilidad ciudadana y que mantiene vigentes los objetivos del pacto.

Objetivos que buscan una ciudad con menos ruido y contaminación atmosférica; con menor congestión de tráfico, donde se potencien los transportes públicos y en donde los barrios dispongan de los servicios necesarios en la vida diaria, reduciendo el número de desplazamientos forzados, y que recupere y aproveche los equipamientos y servicios locales.

También una urbe donde los espacios públicos de convivencia como las calles o las plazas no estén dominados por los vehículos, con peatonalizaciones y zonas mixtas de convivencia entre el peatón, las bicis y los coches; en la que la gente se sienta a gusto, que se pueda disfrutar, con más zonas verdes, espacios deportivos y zonas culturales de encuentro.

Que esté involucrada y sea respetuosa con los problemas ambientales, en la que la accesibilidad y los desplazamientos no supongan un problema insalvable; con una menor siniestralidad y peligrosidad de las calles, en la que la movilidad no sea un inconveniente para la actividad económica y en la que las decisiones importantes conlleven un proceso de información y consulta a la ciudadanía, con amplio debate.