El personal sanitario del hospital Clínico Universitario Lozano Blesa ha recibido un protocolo de actuación muy específico de cara a evitar contagios por coronavirus en el centro sanitario aragonés que aglutina un mayor número de pacientes afectados por el patógeno.

Según el protocolo al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, los sanitarios deben extremar las medidas de precaución y también se indica cuál es el equipo de protección individual que se debe utilizar así como la frecuencia con la que debe cambiarse. Una norma de actuación que contrasta con las denuncias efectuadas tanto desde los sindicatos médicos como del Consejo General de Consejo Oficiales de Médicos de «escasez» de medios de protección, entre otros, en los centros de salud aragoneses.

El equipo de protección, según este protocolo, constaría de una bata resistente a líquidos o impermeable (cuando se prevea que se van a generar grandes secreaciones o fluidos), gafa antisalpicaduras, gafa integral estanca o pantalla facial en aquellos procedimientos en los que se vayan a generar aerosoles. Además, se recomienda utilizar una mascarilla FFP3. Y en el caso de las batas, se recomienda cambiar con una frecuencia de tres horas.

Según estas indicaciones, más exigentes que, por ejemplo, en el Servet, los profesionales sanitarios deberán colocarse el equipo de protección individual fuera del box, y retirárselo dentro del cuarto de baño del propio box.

En cuanto al tratamiento y gestión de los equipos que no sean de uso exclusivo para el paciente afectado, como el ecocardiógrafo, el aparato de rayos o el carro de intubación) los sanitarios también han recibido instrucciones precisas. Será necesario limpiarlos antes de salir del box y de retirarse el profesional el equipo de protección individual, dejar el aparato limpio en la puerta del box, retirarse el equipo de protección el profesional y, una vez fuera, volver a limpiar el aparato con una solución específica.

Desde el centro hospitalario recomiendan a sus profesionales «extremar las precauciones especialmente para manipular la vía aérea», como en la intubación del paciente, los cambios de tubo y filtros, en la muestra de tomas respiratorias, en las broncoscopias, la higiene bucal y las curas de traqueostomía, entre otros procedimientos, ya que algunos de estos procesos generan aerosoles, que se han asociado con un mayor riesgo de transmisión.