El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) elaboró un informe para el Ministerio de Defensa en el que criticaba las malas condiciones en las que se hacía el transporte del personal militar hacia Afganistán. El informe fue cursado días antes de que se produjera el accidente del Yak-42 en Trabzon (Turquía). El Centro de Inteligencia y Seguridad del Ejército de Tierra (CISET) también había informado de las malas condiciones de los aviones contratados.

La existencia de esos dos informes fue desvelada ayer por El País e indujo a la secretaria general del Grupo Socialista, María Teresa Fernández de la Vega, a reclamar la dimisión del ministro de Defensa, Federico Trillo, por "ocultar información al Parlamento".

La diputada socialista María del Carmen Sánchez solicitó ayer la desclasificación y remisión al Congreso de dichos informes, cuya existencia negó el ministro de Defensa, Federico Trillo.

Fuentes relacionadas con el CNI rebatieron las palabras de Trillo y confirmaron que los servicios de inteligencia cumplieron con su obligación de informar de las condiciones de seguridad de la misión en Afganistán, incluidas las circunstancias del transporte en los aviones contratados por la agencia Chapman.