La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) informó ayer de que los análisis llevados a cabo en torno a la reciente aparición de centenares de peces muertos en el río Cinca, aguas abajo del polígono industrial de Monzón, atribuyen la muerte a una "toxicidad aguda", una combinación repentina de distintos residuos tóxicos depositados en cauce.

En un comunicado difundido ayer, el organismo de cuenca asegura que "aunque no se ha podido delimitar la causa concreta de esta mortandad, el informe destaca la posible acción de distintos tóxicos, algunos ya presentes en las aguas del río, como es el caso de los amoniacos y, sobre todo, de los nitritos, que presentaban un incremento de nivel sobre los valores habituales".

Los análisis, elaborados por una empresa especializada en fauna piscícola, precisa que la mortandad, denunciada el pasado 25 de octubre, se produjo aguas abajo del polígono industrial de Monzón, en el que se ubican al menos cuatro puntos de vertido de aguas residuales al Cinca.

DOS DIAS CLAVE Los autores del informe destacan, además, que la muerte de la fauna piscícola se produjo con mayor incidencia durante los días 23 y 24 del pasado mes de octubre, y precisan que afectó a un número entre dos y tres mil ejemplares, especialmente a la especie de madrillas, un pez de pequeño tamaño muy sensible a cualquier alteración de las aguas fluviales que suele utilizarse como indicador de buena calidad de aguas.

Añaden que los residuos tóxicos produjeron en menor medida la muerte de barbos y no llegaron a afectar a las carpas.

El informe incluye análisis histopatológicos de los peces (riñón, hígado y branquias), estudios de residuos tóxicos en los ejemplares (para comprobar la presencia de compuestos químicos volátiles o semivolátiles), y estudios de calidad de las aguas en cuatro tramos del cauce y en otros tantos canales de vertido del polígono industrial de Monzón.

En sus conclusiones, los autores del informe determinan que la Confederación Hidrográfica del Ebro "extremará" el control de las actividades en la zona del río donde se produjo la mortandad de peces y plantean la renovación de la estación de alerta de calidad de las aguas ubicada en Monzón.