El movimiento de vehículos generado en la víspera de las fiestas del Pilar colapsó durante la tarde de ayer los accesos a Zaragoza, en particular los puentes sobre el Ebro. "El punto más conflictivo es la avenida de César Augusto, pues te ves obligado a tomarla en muchos recorridos", señaló ayer José Luis, un taxista zaragozano que piensa que "este año se han producido los atascos normales por estas fechas". "Por el centro se circula también muy mal, pero es algo a lo que ya estamos acostumbrados porque se repite todos los fines de semana y siempre que hay obras", añadió el conductor. Durante la tarde de ayer el tráfico se incrementó "de manera notable", según fuentes de la Policía Local. "Pese a que muchos zaragozanos se han ido de puente --añadieron--, está llegando mucha gente de fuera y el número de coches se dispara en las calles".