Más de 500 camiones atrapados, la autovía A-23 impracticable durante 26 horas, 6.000 hogares sin luz y un millar de niños sin poder ir a clase. Estas son las consecuencias que el temporal que afecta a la provincia de Teruel dejó ayer después del las intensas nevadas que se produjeron a lo largo de toda la jornada y que continuarán hoy. Las previsiones de la Agencia Estatal de Metereología (Aemet) mantienen hasta media mañana la alerta naranja y amarilla en varios puntos de la provincia turolense como Gúdar-Javalambre y el Maestrazo, dónde se espera que caigan espesores de más de 35 centímetros.

Las fuertes nevadas que comenzarón el jueves, provocaron el cierre de la A-23 a la altura de Barracas, en Castellón. Así fue como más de 500 camiones quedaron atrapados durante 26 horas en La Puebla de Valverde y Sarrión. El corte se produjo la tarde del jueves y no fue hasta a las 19.00 horas de ayer cuando se reanudó el tráfico de nuevo. A pesar de que la carretera era de nuevo transitable, muchos camioneros decidieron pasar la noche ahí ya que la nieve continuaba dificultando su salida.

NOCHE EN BLANCO

Desde la Delegación del Gobierno en Aragón explicaron que en las tareas de limpieza de la carretera participaron efectivos de la subdelegación del Gobierno en Teruel y de Castellón, tres quitanieves, así como la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Muchos conductores tuvieron que pasar la noche en sus camiones y hacer uso de las áreas de servicio más cercanas para resguardarse del frío. Por otro lado, Protección Civil se encargó de interesarse por la situación de estas personas y repartió comida caliente como medida preventiva ante la posibilidad de que el corte puediera alargarse hasta hoy por la mañana.

El suministro eléctrico también se vio afectado por las fuerte nevadas y más de 6.000 hogares no tuvieron luz durante varias horas. El problema afectó a las comarcas de Gúdar-Javalambre y Matarraña. Hacia las 20.00 horas, Endesa, informó de que la avería había quedado solucionada para la mitad de los hogares y que eran 3.000 los que seguían sufriendo interrupciones. Las localidades que a última hora de la tarde de ayer continuaban afectadas eran Arcos de las Salinas, Venta del Aire, Olba, San Agustín, Sarrión, Albentosa, Manzanera, Torrijas, Fuentes de Rubielos y Nogueruelas. Asimismo, la empresa informó de que estaban intentando trasladar «cinco grupos electrógenos con los que solucionar el problema de manera provisional». El origen de la avería estuvo en que el peso de la nieve provocó la caída de varias torres eléctricas y rompió cables de luz.

Por otro lado, el temporal provocó que más de un millar de niños no pudieran acudir a sus clases ayer ya que 47 rutas escolares quedaron suspendidas en Teruel. Esto significó que casi la mitad de las rutas que se realizan en toda la provincia no partieran hacia su destino.

Aunque a las siete de la tarde ya era posible circular con mucha precaución por la A-23, principal vía de comunicación con el Levante, todavía permanecían cortadas al tráfico doce carreterasturolenses en la comarca de Gúdar-Javalambre, una de las más afectadas por el temporal. en Cedrillas, Valderrobres, El Pobo, San Agustín, Cantavieja, Ejulve, además de otra decena de tramos de la red autonómica.

Además, continuaba prohibida la circulación de camiones y autobuses y era necesario el uso de cadenas para la circulación de vehículos en otros trece tramos de la comaca de Gúdar-Javalambre, una de las más afectadas por el temporal. Imposible, por otra parte, era llegar a Castellón por la N-232, pues en esa provincia estaba cortada la carretera en Morella.

En la provincia de Zaragoza también se registraron ayer nevadas en algunas zonas, no tan intensas, pero que cubrieron con un manto blanco poblaciones como Cariñena. Fue a la altura de esta localidad donde la Guardia Civil montó un dispositivo con el que redirigieron hacia las estaciones de servicio más próximas a los vehículos que iban hacia Teruel. De esta manera, se consiguió evitar que los atascos en las carreteras turolenses fueran todavía mayores.

En la provincia de Huesca sigue cortada la A-135 en Broto y la N-330a en Candanchú y se necesitan cadenas entre Panticosa y el balneario.