El servicio de Urgencias del hospital zaragozano Royo Villanova está sufriendo en las últimas horas un colapso que obliga a pacientes a esperar, en "numerosos" casos, más de 24 horas para ser ingresados. Así lo denunció ayer CHA, que alertó de la "falta de camas" para ingresos desde Urgencias.

"Personas que deben ser ingresadas en planta permanecen desde el lunes en Urgencias, en boxes y camas en los pasillos, lo que contribuye a su saturación", explicaron desde la formación, que aseguró estar "a la espera" de recibir los datos que ha solicitado al Salud sobre camas que no están en servicio en los hospitales aragoneses

La diputada de Sanidad de CHA, Carmen Martínez, afirmó haber recabado testimonios de personas afectadas, quienes siguen desde el pasado lunes en los boxes --en algunos casos de dos en dos aunque en principio deben ser individuales-- o en camas ubicadas en los pasillos y denunció estas "malas condiciones", las repercusiones en la atención que reciben y en el trabajo de los profesionales.

MALA GESTIÓN "Los pacientes a los que ya han confirmado que van a ser ingresados siguen ocupando los boxes de Urgencias, lo que los inutiliza para la valoración y cribado y contribuye a que este servicio no pueda atender a quienes van llegando", explicó Martínez, que denunció "la mala gestión de las camas de planta y los ingresos".

Fuentes del Salud, por su parte, reconocieron que ayer se produjo una "presión asistencial mayor" aunque aseguraron que "todo el mundo está siendo atendido según criterios de urgencia". De hecho, desde el propio centro hospitalario se subrayó que "somos sabedores del tema y estamos intentando solucionarlo lo antes posible".

De cualquier modo, desde la dirección del Royo Villanova mostraron su confianza en que "con el paso de las horas" la situación se normalice aunque "si hiciera falta" se recurriría al hospital Provincial para descongestionar la presión asistencial.

La pasada semana, el Salud aseguró que el Royo no reducirá las camas cerradas en verano respecto a las suprimidas el año pasado. Así, se clausurarán 32, las mismas que en el verano del 2013. En total, la Administración cerrará un 15% menos de camas en toda la comunidad autónoma, aunque en el Miguel Servet --núcleo central del plan de choque-- la rebaja alcanza el 40%.