La Plataforma Stop Instituto Confucio compareció ayer en las Cortes de Aragón y allí solicitó el cierre de este centro educativo en la Universidad de Zaragoza por ser «una herramienta de propaganda del régimen comunista chino», según denunció Fernando Romeo, de la coordinación de la plataforma. «Tenemos pruebas de que estos institutos están controlados por el partido comunista chino», dijo.

El portavoz añadió que la contratación de profesoras en el campus público «ha sido discriminatoria» porque «han pasado por una práctica que consistía en adjuntar una carta de recomendación en la que se evaluaba la ideología política», comentó Romeo. Por su parte, Carlos Iglesias, abogado de derechos humanos, apuntó que «este centro no contrata a personas por tener una creencia religioso y esto no puede ser admitido en una ciudad libre como Zaragoza», declaró.

Thubten Wangchen, director de la Fundación Casa del Tíbet, asistió a la comparecencia y declaró que el Instituto Confucio «recibe dinero del gobierno chino y no es limpio» y apuntó que se debe «dar a los alumnos mensajes de libertad», dijo. La plataforma solicitó a las Cortes una investigación e información sobre las negociaciones para implantar aulas en Infantil, Primaria y Secundaria.