Con ilusión pero cierta incertidumbre. Así da sus primeros pasos el proceso de reconversión de la Harinera en un centro cultural que de servicio al barrio pero también a toda la ciudad. Esta es la idea que Paisaje Transversal, la dinamizadora cultural que dará forma la proyecto los próximos cuatro meses, ha intentado transmitir en sus dos primeras reuniones con agentes vecinales y culturales.

Ayer se celebró el segundo encuentro en el centro cívico de San José, donde se reunió una veintena de personas relacionada con la vida cultural de la ciudad. Se presentó en profundidad el proyecto, que se enmarca en un proceso de empoderamiento del espacio --una larga reivindicación vecinal-- y desde ahí se pretenden aunar fuerzas e ideas para crear un nuevo espacio cultural que se constituya como una "oportunidad" de crecimiento en la ciudad, en el barrio de San José y para la comunidad cultural en general.

Los primeros curiosos que se reunieron en el centro cívico también mostraron sus miedos de cara al futuro desarrollo de la Harinera. En primer lugar, les asusta qué pasará cuando Paisaje Transversal abandone el proyecto y lo deje en manos del grupo gestor.

Por otra parte, la licitación de las obras en la antigua fábrica de harinas está en proceso pero, según los plazos, la inauguración estaría prevista para el periodo en el que la Ley Electoral prohíbe inaugurar edificios públicos. "¿Qué pasará si el grupo de turno no quiere poner la llave?", se preguntaban en la asamblea. Este planteamiento, después de someterlo a debate, parece dar más fuerza si cabe al entramado cultural que ve en la Harinera una nueva forma de establecer sinergias entre los espacios no oficiales de la ciudad.

Hoy continúan las reuniones con vistas a involucrar a más colectivos y empezar a constituir el grupo motor del proyecto. El 8 de noviembre se realizará la primera visita al edificio Harinera con una comida popular y actividades organizativas.