El anterior Ejecutivo aragonés lanzó el Programa Aragonés de Protección Social de la Salud Pública, dirigido a aquellos extranjeros sin recursos económicos suficientes, para paliar en cierta medida los efectos que la retirada de la tarjeta sanitaria pudiese producir en la comunidad. La Plataforma Salud Universal exigió en abril a Sanidad que revisase el plan dado su "escaso impacto" desde su implantación en el 2014. El colectivo apuntó que "solamente" 957 personas accedieron al programa, cuando las cifras de los inmigrantes dados de baja son mucho mayores.