Los colegios profesionales de Aragón han resistido mejor el periodo de crisis económica que otras actividades pero han perdido fuerza en la etapa de recuperación. Estos colectivos (médicos, farmacéuticos o ingenieros, entre otros) llegaron a sumar 100.000 empleos en los años previos a la recesión, cifra que marcó su mínimo en el 2011 (87.553) y que no se recuperó hasta el 2014. En el 2015, volvió a caer y se ha mantenido en torno a los 90.000 ocupados. Los mayores empleadores son los farmacéuticos, los profesionales de la salud y los abogados, mientras que el principal reto de este tipo de entidades es darse a conocer mejor para consolidar su marca y generar conciencia social sobre la misión que les corresponde.
Así lo refleja el estudio La trascendencia económica de las profesiones colegiadas en Aragón, elaborado por Marcos Sanso, catedrático de economía aplicada de la universidad de Zaragoza. El informe, que fue presentado ayer públicamente, analiza la realidad social y económica de los colegios, su valor en la sociedad y las acciones que pueden contribuir a mejorar sus puntos más débiles.
La Asociación de Colegios Profesionales de Aragón está formada por 44 colegios que representan a más de 43.500 colegiados de diferentes sectores de la comunidad. Tiene como objetivo «fomentar la delegación de competencias administrativas» de las instituciones públicas en los diferente colegios, además de «ser la representación exclusiva y excluyente de los colectivos» que la integran, explica Marcos Sanso en el citado estudio.
En la época de crisis, el colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria tuvo una tendencia decreciente debido a la situación económica, al igual que otros colectivos como el de mediadores de seguros o aparejadores.
SITUACIÓN DE ATONÍA
El trabajo que aporta los Colegios Profesionales en Aragón en el 2000 era del 13,16%, cifra que ascendió al 18,31% en el 2014, manteniéndose actualmente en el 16%. «En los últimos tres años de recuperación de la economía aragonesa crece más el empleo de profesiones no colegiadas que el de las colegiadas», según el informe.
Así, el empleo de profesionales colegiados era en el 2017 un 46% mayor que el 2000, mientras que el alza del trabajo en el total de Aragón fue de un 17% y en España de un 20%. Esa diferencia se debe al gran impulso que se produjo en los primeros años de siglo hasta el 2006.
En tres de los colegios en los que es obligatoria la colegiación para poder ejercer hay más socios que empleos: médicos (un 12,68% más), farmacéuticos (30,43%) e ingenieros técnicos (165,08%). Una de las principales razones de ello es que hay personas que sigan colegiadas pese a estar inactivos (jubilados). La segunda causa es que hay profesionales colegiados en una provincia o comunidad distinta a la que ejercen.
En cuanto a la proporción sobre el PIB de Aragón, los colegios profesionales aportaban casi el 23% en el 2005, superaban el 20% entre el 2005 y el 2007 y bajaron al 16% en el 2017. En este sentido, Sanso aboga por estudiar «cuales pueden ser las razones de la atonía actual del mercado de trabajo» de estos profesionales y qué acciones puedan contribuir a superar este decaimiento.
En cuanto al peso de los trabajadores por cuenta ajena, destacan los farmacéuticos, con un 43% de asalariados, seguidos de profesionales de la salud (18%) y abogados (16%). Respecto a la proporción de trabajadores independientes sin asalariados, lideran la lista los arquitectos (el 62%), los abogados (52%), otros profesionales del derecho (34%) y los arquitectos técnicos (29%).
RETOS DE FUTURO
El estudio analiza también los temas relacionados con la realidad económica interna de estas entidades «en los que queda patente la misión social que desempeñan»,
En cuanto a los retos del futuro, Sanso apunta a la necesidad de «consolidar la conciencia actual de la misión social» de los colegios y abogó por darles más visibilidad «no sólo hacia la sociedad civil en general, sino también hacia los propios profesionales», ya que no todos ellos están colegiados y podrían hacerlo más «si los conociesen mejor».
