El Colegio de Abogados de Zaragoza inauguró ayer su nuevo instituto de mediación, que atenderá en su sede (calle Don Jaime, 18) a los ciudadanos que quieran informarse sobre las posibilidades de llegar a un acuerdo, mediante el arbitraje de un experto, y evitar así llegar a los tribunales. O cerrar el caso fuera de ellos, incluso una vez iniciadas las diligencias, en algun caso.

A la inauguración del servicio, heredero del Servicio de Orientación en Mediación (SOM), acudieron el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, Fernando Zubiri; el presidente del Consejo General de la Abogación Española, Carlos Carnicer; el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente; el juez decano de Zaragoza, Ángel Dolado y el decano del Colegio de Abogados de Zaragoza, Antonio Morán, entre otras autoridades.

En la presentación, todos coincidieron en que pese a experiencias piloto que se han ido desarrollando en los últimos años --como la de la asociación privada ¿Hablamos?, en tres juzgados de la provincia--, no hay "estadísticas fiables" de la utilidad de los protocolos, algo que el nuevo instituto pretende cambiar. Según destacó Dolado, la ley de mediación del 2009 no ha llegado acompañada de disponibilidad presupuestaria, y partidas como los 35.000 euros del año pasado sufragaron únicamente cuatro casos resueltos, de los que se tenga constancia, en el ámbito penal.

El responsable del nuevo instituto, Julián Bonafonte, apostó por generalizar la mediación y anunció un programa piloto en juzgados zaragozanos de lo Civil y lo Mercantil, de seis meses.