Alrededor de un centenar de centros educativos podrán llevar a la práctica en sus aulas la educación en igualdad a partir de las conclusiones que han sacado los nueve centros que ensayaron esta propuesta de cambio formativo el curso anterior, entre ellos el Ródanas de Épila.

Así lo avanzó Jesús Casas, subdirector general de Programas del Instituto de la Mujer, adscrito al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, quien explicó el desarrollo del denominado programa Plurales, financiado con fondos del Mecanismo Financiero del Espacio Económico Europeo aportados fundamentalmente por Noruega.

El programa, según Casas, trata de definir una metodología para incorporar los principios de igualdad de oportunidades en la educación, no tanto en el fondo de los contenidos, que ya están contemplados, sino en la forma de organizar la actividad educativa. No es, por tanto, una metodología lectiva, porque los textos ya han incorporado el principio de igualdad, sino de ver cómo se aplica el concepto de forma general en el centro.

"No se trata solo de ver los libros de texto y cómo se dan las clases, sino de todo el contexto general del proceso educativo en el colegio porque a lo mejor resulta que los libros están muy bien, pero el diseño del edificio o la organización de las clases no están aplicando ese principio de igualdad", explica Casas.

Los nueve centros, sensibilizados todos ellos con la igualdad, son: Príncipe de Asturias, en Tapia de Casariego (Asturias); Severo Ochoa, en Los Garres (Murcia); Mestre Ricardo Leal, en Monóvar (Alicante); el Ródanas, en Épila (Zaragoza); Francisco García Pavón, en Tomelloso (Ciudad Real); Joaquín Romera, en Mendavia (Navarra); Javier García Téllez, en Cáceres; Luis de Camoens, en Ceuta, y Miguel Fernández, de Melilla.

Ahora, los colegios han creado un grupo de trabajo para llegar a conclusiones y para elaborar un documento metodológico que concluirán a mediados del año que viene, cuando prevén aplicarlo en un número más amplio de centros. De momento este grupo de trabajo ha extraído dos conclusiones claras, que "tenían muchas cosas que mejorar" y que los profesores sienten una gran preocupación sobre "cómo el uso de las tecnologías podría estar ayudando a reproducir modelos muy injustos y de desigualdad".