El Ayuntamiento de Zaragoza aprobará mañana la desafectación definitiva de los suelos del antiguo colegio Ramón José Sender de Oliver para poder destinarlo a un centro socio-laboral. En los últimos meses, mientras se tramitaba la liberalización del uso escolar, el área de Arquitectura Municipal ha trabajado paralelamente en la elaboración de un informe detallado de los costes de rehabilitación del edificio y acondicionamiento del exterior. En total, será preciso invertir unos 355.000 euros para poner en marcha el nuevo equipamiento de la calle Valdés Guzmán.

En el exterior será preciso derribar parte del vallado para cambiar la imagen de las instalaciones, desbrozar el patio, abrir un nuevo portón de entrada con rampa para vehículos y otra para el acceso peatonal. Según los técnicos municipales, estas actuaciones costarán 70.000 euros a los que habría que sumar otros 60.000 en concepto de construcción de un pabellón exterior en el que poder impartir las clases prácticas de albañilería.

En cuanto al edificio en sí, el Ayuntamiento de Zaragoza tendrá que realizar un desembolso de 170.000 euros en su rehabilitación integral. Eliminación de barreras arquitectónicas, consolidación de la fachada y la cubierta, construcción de nuevos tabiques, renovación completa del sistema de iluminación y calefacción, adaptación de los aseos para minusválidos y pintura de todo el inmueble, son algunas de las actuaciones que los técnicos han enumerado en el informe.

TRABAJO SOCIAL Este documento elaborado por el equipo técnico del concejal de Arquitectura Municipal, Agustín Martín (CHA), se ha trasladado al organismo del que depende toda la red de centros socio-laborales zaragozanos, el Instituto Municipal de Empleo y Fomento Empresarial de Zaragoza (Imefez). "Se les ha facilitado la documentación para ver si se podían hacer algunos de estos trabajos con los jóvenes a los que ellos han formado en los talleres que ya existen en la ciudad. Se está estudiando la posibilidad de hacerles un contrato", anunció Agustín Martín.

En el caso de que esta posibilidad sea viable legalmente, la tramitación podría acelerarse para que las primeras actuaciones se realicen ya este mismo año. "Si no, tendríamos que recurrir al proceso ordinario de redacción de un proyecto y licitación para adjudicarlo a una empresa particular. En este caso, las obras no empezarían hasta el año que viene", apuntó el concejal de Arquitectura Municipal.

Actualmente, el centro socio-laboral del barrio Oliver se encuentra en unos locales alquilados por el Ayuntamiento de Zaragoza. Con el traslado al antiguo colegio se conseguirá ampliar el espacio y aumentar la capacidad del servicio. El siguiente paso ahora es obtener la respuesta del Imefez para saber cuándo se acometerá la rehabilitación.