Colegios públicos zaragozanos admiten que les sobra dinero del comedor y los padres temen que podrían destinarlo a otros gastos ajenos a ese servicio. Varios centros admitieron ayer a este diario disponer de superávit entre lo que ingresa procedente de las familias --96 euros al mes-- y las becas de las Administraciones respecto a lo que debe abonar a las empresas encargadas del servicio de comidas, aunque aseguran que ese remanente no se destina a otras partidas.

Cada colegio con comedor y empresa encargada de su abastecimiento realiza una liquidación mensual en la que consta el número de comidas, facturas, ingresos por becas y de la cuota a las familias. El abono a las empresas se hace por menús. "La gran mayoría de colegios pactaron un precio con la compañía y pagan unos céntimos menos por cada comida pero solo se abona por menú servido, lo que puede suponer un superávit de entre 2.000 y 6.000 euros al año", explicaron desde el equipo directivo de un colegio.

"Se piden más menús de los necesarios para asegurarte el abastecimiento de todos incluidos casos eventuales", admiten desde otro colegio. En otro apuntan que ese desfase también podría ir asociado a asegurarse un número mayor de monitoras --la normativa impone una por cada 15 alumnos de Infantil y otra para cada 25 de Primaria--.

"Tenemos superávit, pero destinamos esa cantidad a papel secamanos o pelotas para entretener a los niños que se quedan al comedor, no a otras partidas", aseguraban desde un centro zaragozano, donde advertían de que cada gasto "debe comunicarse a Educación, que tiene que autorizarlo". Sería el caso de otro de ellos, que destinó dinero sobrante a la adquisición de un ordenador."con permiso de la dirección provincial". En su petición, indicaron que la computadora tendría uso relacionado con la gestión del comedor.

Pero los padres recelan. "Nos parece inaceptable que exista superávit en los comedores de cátering, después de que se nos ha incrementado hace tres cursos el precio del comedor a las familias un 25%, porque esto solo significa que se nos está cobrando más por un servicio que cuesta menos", indicaron desde la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fapar), que advierten de que "las familias tienen derecho a saber qué se está haciendo con ese dinero, no vaya a ser que estemos financiando gastos que corresponden exclusivamente a la Administración, como son los relacionados con el funcionamiento de los centros".

Educación, por su parte, advirtió de que los colegios "no deberían tener superávit más allá de una pequeña fluctuación que siempre se tiene que invertir en mejorar el servicio de comedor". Por eso, va a revisar la contabilidad de los comedores.