Las obras para construir un paso alternativo que permita el paso por el puerto del Monrepós avanzan con dificultades. Más allá del control ambiental, el Ministerio de Fomento se mostró ayer convencido de que se cumplirán los plazos marcados y que el próximo sábado se podrán recuperar las comunicaciones. Y eso es lo que esperan todos los sectores sociales y económicos de la comarca del Alto Gállego para respirar aliviados tras una semana de inconvenientes.

El presidente de la Asociación Empresarial de Transportes Discrecionales de Mercancías de Aragón (Tradime), Santiago López, señaló que esa carretera es «la vía principal» para el tráfico de mercancías entre Aragón y Francia, por lo que esta situación de provisionalidad supone un enorme quebranto.

«Los desvíos multiplican el tiempo de trabajo y también los kilómetros recorridos», evidenció. Por el momento, y si solo es cuestión de unos pocos días, los transportistas se verán obligados a asumir el sobrecoste de su trabajo. «No nos queda más remedio, esto son cosas que suceden sin que sean del gusto de nadie», afirmó.

En el caso de que el ministerio no cumpla con las previsiones sí que barajan tomar medidas como reclamar indemnizaciones o lo que corresponda. «Esperaremos un tiempo prudencial antes de tomar ninguna decisión», expresó. Pero eso sí, solicitó que desde las administraciones se tomen medidas para que una situación así no se vuelva a producir.

Lo mismo piensan desde la asociación de empresarios del Alto Gállego, en la que también están incluidos los hosteleros de la zona.

La gerente Ana Belén Castillo avanzó que se han mantenido estrechos contactos entre todos los afectados para barajar posibles alternativas en el caso de que la duración del cierre sea mucho mayor de la prevista. «Por el momento en la agrupación no hemos tenido noticia de ninguna incidencia grave», confirmó.

Al haber sucedido el desprendimiento en una época de poco turismo no se han detectado cancelaciones y la vista está puesta en el puente de San Jorge, en el que los visitantes suelen hacer sus planes turísticos con menos previsión que en otras ocasiones.

Desde el Gobierno de Aragón se instó a Fomento a explicar «con contundencia, rapidez y transparencia» las causas del deslizamiento de ladera que obligó a cortar la N-330. El presidente Javier Lambán consideró que la vía es «fundamental» y se refirió, además, a la «gran preocupación» que ha provocado en la población de la comarca una «avería de esa envergadura» en un eje viario central. «Es necesario que esto no vuelva a ocurrir más», afirmó.

Lo mismo transmitieron desde la Diputación Provincial de Huesca (DPH), que trataron de ir un poco más allá. «Hemos comenzado a elaborar un diagnóstico con los ayuntamientos para conocer con exactitud los daños y evaluar las obras de emergencia necesarias no solo en infraestructuras provinciales sino también en las municipales», expresó el presidente de la institución, Miguel Gracia. Por el momento, la vista sigue puesta en la reapertura para San Jorge.