La semana pasada, el pleno del Ayuntamiento de Utebo aprobó la concesión de una nueva línea de ayudas para los sectores afectados por la crisis económica derivada del covid y para paliar los efectos de los cierres forzosos obligados por las restricciones. La partida se ha incrementado con respecto al año pasado, cuando ya se destinaron para tal fin 600.000 euros, pero los comerciantes no andan del todo satisfechos con la tramitación de las ayudas. Lamentan que la burocracia está ralentizando mucho el proceso y que casi la mitad de los solicitantes del año pasado todavía no han cobrado.

«Yo misma tuve que llevar los papeles un montón de veces porque me los echaban atrás por cualquier cosa», explica Arancha Cezón, presidenta de la Asociación de Comerciantes Utebo Mudéjar.

«Estamos muy agradecidos con las ayudas, como no, pero recibimos la noticia con escepticismo porque tememos que tarde un año en llegarnos el dinero», cuenta esta comerciante, que regenta un centro de estética y masajes. Así, el año pasado, y según la información que a Cezón le han facilitado desde el consistorio de Utebo, el año pasado se aprobaron ayudas a un total de 148 pequeñas empresas, de las cuales solo 84 han cobrado ya.

La cuantía de estas subvenciones oscilaba entre los 800 y los 1.500 euros en un único pago, dependiendo de cómo afectaran las restricciones a cada comercio. «Si suponemos que todos reciben 1.500 euros, que no es así, de la partida solo se van a gastar 222.000 euros de los 600.000, y ahora nos tememos que vuelva a pasar. Y lo que ocurre no es que no hagan falta, sino que es complicado acceder a ellas», cuenta.

Uno de los problemas es que esta partida se gestiona como si fueran subvenciones, por lo que no pueden acceder a ellas aquellas empresas o autónomos que tengan deudas con la Seguridad Social. Además, los comerciantes se han de comprometer a mantener a sus empleados en el puesto durante los próximos meses, algo que, con las restricciones yendo y viniendo, «resulta muy complicado de saber».

«Hay gente que las necesita pero que no las ha pedido porque sabe que no se las van a dar. Y claro, si contratas una gestoría para que te haga el papeleo, te gastas 200 euros y al final no te dan nada, pues no sale a cuenta», explica la presidenta de Utebo Mudéjar.

Nuevos clientes por el confinamiento

Asimismo, esta entidad lamenta que desde el consistorio no se han puesto en marcha otro tipo de medidas que hubieran costado menos dinero pero podrían haber resultado igualmente efectivas, como concursos de escaparates en Navidad para incentivar el consumo o facilitar la ampliación de los veladores de los bares y restaurantes o reducir el IBI a los establecimientos afectados en la crisis, «como se ha hecho en Zaragoza», apostilla Cezón.

«Desde septiembre llevamos proponiendo ideas y es asombroso oírles hablar del gran esfuerzo que hace el ayuntamiento cuando nos han negado actuaciones muy sencillas», lamenta la comerciante.

Por otro lado, Cezón explica que los confinamientos de Utebo y Zaragoza han afectado en parte a los comercios de su ciudad porque los vecinos de los barrios rurales que le rodean (Monzalbarba, Casetas y Garrapinillos) no han podido llegar a ellos al ser estos tres barrios rurales que dependen de la capital y que también estaban cerrados hasta el jueves pasado. «Por otro lado, la gente de Utebo tampoco ha podido bajar a comprar a Zaragoza hasta ahora y hemos ganado algún cliente de la zona que hasta ahora no nos conocía», explica Cezón.