Los comerciantes de la calle Alfonso se entrevistaron ayer con el alcalde, Juan Alberto Belloch, para criticar la dejadez municipal hacia esta céntrica vía de Zaragoza, que por su ubicación --camino privilegiado hacia el Pilar-- es uno de los mejores escaparates turísticos de la ciudad. La imagen de decadencia que ofrecen ocho establecimientos cerrados (otro más en obras y un décimo en liquidación por cierre), la falta de limpieza los fines de semana, el vandalismo contra el mobiliario urbano, la ausencia de vigilancia policial y un entorno que lleva años arrastrando las obras difiere, y mucho, de la pretensión de monumentalidad y prestancia con que se le quiso dotar a este lugar históricamente señorial al transformarlo en calle peatonal.

La remodelación fue inaugurada el 27 de septiembre del 2001 tras cinco meses de obras y un presupuesto de 2,4 millones de euros (400 millones de las antiguas pesetas).

DOTARLE DE VIDA "Queremos que el ayuntamiento dote a esta calle de más color y de una nueva decoración que atraiga al consumidor. Porque el ciudadano se acostumbró a no entrar a la calle Alfonso por las obras, cambió sus hábitos de compra y ahora hay que trabajar para que regresen de nuevo", aseguró ayer, tras la reunión, María Pilar Martínez, presidenta del Sector Alfonso.

Los altos precios de los alquileres de estos locales, las exigencias urbanísticas para la rehabilitación de los mismos --como la conservación de fachadas o estructuras interiores--, que hacen todavía más caras las reformas, y los elevados impuestos de una zona considerada de primera no animan a nuevos comerciantes a instalarse en la calle.

Aunque son muchos los comerciantes preguntados que entonan también el mea culpa por su falta de interés en actualizar y modernizar sus instalaciones obsoletas. Así, junto a franquicias de primer orden internacional y establecimientos modernos, que son los menos, el resto es comercio tradicional y, como aseguraban ayer los propios zaragozanos, "sin clase".

VARIEDAD DE TIENDAS En la actualidad, la calle Alfonso cuenta con una gran variedad de pequeños comercios, dedicados a joyerías, textil, ropa de la casa, frutos secos, accesorios, vestidos de novias, hay bancos, una tienda Disney, recuerdos de Zaragoza y hasta inmobiliarias, además de algunos bancos. Sin embargo, desde que cerrara el edificio de Gay, los comerciantes han visto la necesidad de una "locomotora" económica para esta calle.

María Pilar Martínez --que tomó el relevo de presidenta del Sector Alfonso hace escasamente un año-- pidió asimismo al alcalde que alegre con flores y macetas este paseo turístico, sobre todo de cara al Pilar, criticó la "competencia desleal de los comercios regentados por chinos" y le recordó los problemas que sufre la zona durante los fines de semana. Entre los proyectos de futuro, le presentó a Juan Alberto Belloch la próxima salida de una revista que pretende incluir a toda una oferta de ocio de la ciudad.