El escaparate de algunos comercios cambiaron ayer su apariencia colgando el cartel de rebajas. La elección de hacer descuentos al cliente queda reservada a cada comerciante y se permite siempre que se eviten aglomeraciones.

Las rebajas llegaron en forma de ofertas, de diferentes porcentajes y tipos, pero todas ellas con el objetivo de atraer al consumidor y dar salida a los productos. Esa es la intención de María Maldonado, de la tienda de ropa ‘Tentazioni’, donde disponen de prendas de la temporada de primavera, ya que la semana anterior al cierre, recibieron bastante volumen de producto. Es por eso que realiza un descuento del 20% en toda la ropa, salvo los complementos y las mascarillas -su nuevo artículo-. Según Maldonado, «no tenía mucho sentido la prohibición por aglomeraciones, nosotros somos una tienda grande y el aforo son 3 personas, con lo que no da a lugar a aglomeraciones. Esto es una pequeña ayuda para que el comercio pueda salir adelante, teniendo en cuenta que la gente está precavida, no se deciden a entrar a comprar».

La llegada del calor también es un buen aliciente para ir a comprar ropa de verano, como es la de baño. En la tienda Simonett, Cristina Simón hace un 15% de descuento en toda la colección de la temporada actual. «Entiendo que es un atractivo para la clientela que está esperando un apoyo por parte del pequeño comercio. Si nos ayudamos mutuamente, todo puede ir a mejor», comentó. En su caso, consigue aplicar la oferta tras haber llegado a un acuerdo con sus proveedores, «a lo mejor si no hubiera tenido esa facilidad de mis firmas, no lo hubiera podido hacer porque el beneficio se ve reducido y los gastos son los mismos», explicó.

Sin embargo, en las rebajas no solo hablamos de tiendas de moda. Camino a casa, un establecimiento con artículos del hogar, tiene toda la tienda con descuentos de entre el 15 y el 60%. Rosana Fernández afirmó que esto les ayuda a vender más, «a atraer a la gente». Y añadió que no era lógico que se dieran ofertas solo online porque no todo el mundo tiene página web, «favorecerías a las grandes marcas», subrayó, por eso, «el cambio de postura ha estado acertado» dijo. También en algunas relojerías se sumaron a la iniciativa. ‘Tiempo al tiempo’ publicará descuentos a finales de mes, porque primero quiere avisar y contar con sus clientes habituales, para que sean ellos los que las aprovechen antes. Entre su oferta, los marcos de plata al 50%. «Por lo menos voy a hacer algo de caja», indicó Joaquín Sanmartín.

Asimismo, hay comerciantes que no están convencidos con el cambio de postura en la normativa, pero como explicó Eva Garza, «o nos subimos al carro o nos quedamos fuera, no tenemos otra». La zaragozana es gerente de El rincón de Marieta, una tienda que desde ayer dispone de ofertas en el género de la serie otoñal-primaveral. Desde su punto de vista, no le parece bien que se hagan rebajas, «porque tenemos todas las tiendas llenas de género y stock y el pequeño comercio es imposible que pueda competir con el grande» lamentó.

A precio normal

Otros establecimientos mantienen los mismos precios. Teresa Casas, de Bonnatella (moda de mujer), explicó que ha «perdido» 50 días, «que son irrecuperables», detalló, y considera que poner rebajas «sería seguir perdiendo dinero». A lo que suma el gasto en productos para la desinfección. Junto a ella, una clienta habitual también dejó clara su postura: «no debería haber rebajas».

La Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia (ECOS) explica que no se han cumplido sus expectativas, ya que La Confederación de Empresarios de Comercio a nivel nacional solicitó que se suspendieran las rebajas y se pospusieran unos meses. Según el presidente de ECOS, José Antonio Pueyo, «no es el momento oportuno para poner rebajas, no hay ánimo de compra por parte del consumidor». Calcula que este año habrá un 80% de locales menos en rebajas debido a las no aperturas y a la no utilización de esta fórmula de atracción de clientes.

La comunidad china también regresa

El gel desinfectante y los guantes se han convertido en una ramificación más de la entrada de los comercios. También en los establecimientos regentados por residentes chinos en la comunidad, en los que se cuida al detalle la protección.

En la Avenida de Valencia de la capital aragonesa, ‘Multiprecio la casa’ abrió de nuevo sus puertas ayer, desde que cerró en la primera semana del pasado mes de marzo. Este negocio regresó acotando los 400 metros requeridos. «Teníamos pensado abrir el día 24, pero nos llegó la notificación de que se podía y teníamos la tienda preparada», explicó Jorge, el hijo de la propietaria de este establecimiento, que lleva activo 7 años en Zaragoza.

Su madre atiende con mascarilla, pantalla protectora y guantes, «por seguridad, es bueno para nosotros y para los demás», apuntó Jorge. Aseguró que en el primer día no hubo mucha clientela, pero sobre todo acudieron a por artículos para la vivienda. «Por ejemplo, las tiendas de mi familia, hay algunos que abrieron la semana pasada porque eran inferiores a 400», añadió. Y afirmó que viven la pandemia con precaución, «procurando no salir si no es necesario, solo para comprar e intentamos quedarnos en casa».

Luis, un cliente habitual, acudió ayer por la tarde a por pilas y aseguró haberse alegrado de que hubieran abierto, «porque de los chinos del barrio, es de lo mejor que hay», expresó.

En la calle Duquesa Villahermosa, ‘Youfa Bazar’ vendió bastantes productos en su primer día de apertura, sobre todo en ferretería, costura, cuadernos escolares, mascarillas y guantes. Daniela, una de las empleadas, explicó que pese al temor, toman las medidas para tenerlo todo bajo control.