Los trabajos de demolición de las antiguas y abandonadas casas de la parte trasera de la ermita de Miralbueno, en el camino del Pilón, de Zaragoza, ya han comenzado. Por ahora, se ha iniciado el proceso de desbrozado del solar y está previsto que quede diáfano en agosto.

Se trata de un espacio municipal de alrededor de 1.000 metros cuadrado. Esta zona, vallada desde hace tiempo por su estado ruinoso y la acumulación de vegetación, se había convertido en un foco de suciedad y abandono en medio de una zona urbana.

Los vecinos llevan 17 años reclamando al ayuntamiento que actúe y convierta este solar en un espacio destinado para el uso y disfrute de los vecinos.

Sin embargo, y de ser una de las propuestas priorizadas en los presupuestos participativos, no obtuvo los votos suficientes para destinar parte del presupuesto a su adecuación. Finalmente, y ante el degradante estado en el que se encuentra, Urbanismo declaró estas casas en estado de ruina inminente y aprobó su demolición con carácter de urgencia.

Hace dos años que se optó por tapiar una de las puertas acceso a este edificio para evitar su ocupación debido a la falta de seguridad, aunque sirvió de poco porque, además de que el vallado era de baja altura, había otras entradas. El presidente de la junta de distrito, Alberto Casañal (C’s), lamentó que este proyecto «lleva cerca de tres legislaturas guardado en un cajón». «Su adecuación fue lo primero que me pidieron los vecinos», recordó.