Las ansiadas obras de desdoblamiento de la carretera N-232 en su tramo entre Figueruelas y Gallur dieron comienzo ayer con los primeros movimientos de tierra y las labores de señalización. La partida prevista para los próximos meses es de 4,1 millones de euros, aunque la obra total salió licitada en diciembre con un presupuesto de 47,3 millones, para una longitud total de 15 kilómetros.

Las obras para construir la futura autovía A-68, paralela a la actual vía, son una demanda histórica de los vecinos y conductores habituales de la zona. La alcaldesa de Gallur, Yolanda Salvatierrra, manifestó ayer su satisfacción por el inicio de los trabajos, que todavía no han sido comunicados de forma oficial al consistorio. "El desdoblamiento es una satisfacción para todos, se recibe con muchas ganas", manifestó. Ahora considera necesario que el siguiente tramo, entre Gallur y Mallén. Y también que la dotación presupuestaria para los próximo años se asigne adecuadamente.

En estos momentos las máquinas de Fomento han comenzado a trabajar en los accesos a la carretera en diversos puntos kilométricos, aunque por el momento no requerirá ser cortada. Además se han instalado las señales amarillas que anuncian el tramo en obras y diversas vallas de control de acceso a las explanadas en las que se realizará el acopio de los materiales de construcción.

La carretera N-232 no está desdoblada en la provincia de Zaragoza entre Figueruelas y Mallén. Soporta un tráfico medio de entre 10.000 y 13.000 vehículos diarios, destacando la elevada proporción de vehículos pesados, entre 6.000 y 7.000 al día. Además es uno de los mayores puntos de acumulación de accidentes mortales de la comunidad aragonesa.

La próxima autovía tendrá dos calzadas de 7 metros de anchura cada una para albergar dos carriles por sentido. A lo largo del trazado está previsto que se levanten cuatro enlaces: Pedrola Este, Pedrola Oeste, Luceni, y Gallur-Monteblanco, que servirá para conectar con la prolongación de la vía de servicio del siguiente tramo, Gallur-Mallén.