El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, decretó ayer la destitución inmediata del jefe de la Brigada Regional de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, de la que depende la Unidad de Familia y Mujer (UFAM), tal y como adelantó Público. Lo hizo después de que la delegada del Gobierno en la comunidad, Carmen Sánchez, le informara de que este responsable policial había sido condenado por la Audiencia de Guipúzcoa en el 2003 como autor de un delito de acoso sexual a una compañera con prevalimiento del cargo.

Este responsable policial, identificado como A. J. R. S., recurrió el fallo, pero el Tribunal Supremo lo confirmó lo que le supuso una multa de 1.080 euros y la obligación de indemnizar con otros 3.000 a la víctima. Nunca llegó a ser inhabilitado para seguir trabajando como policía, por lo que estuvo desempeñando sus labores en diferentes destinos hasta que fue designado comisario en tiempos en los que José Ángel González Jiménez era el jefe superior del Cuerpo Nacional de Policía de Aragón. En la actualidad esta plaza está sin ocupar, ya que González Jiménez fue nombrado número 2 de la Policía por Grande-Marlaska.

En lo que respecta al funcionario cesado, según fuentes de la Delegación del Gobierno en Aragón, será redistribuido internamente en algún puesto vacante de la Jefatura Superior de Policía de Aragón. Estas mismas fuentes recuerdan que no fue inhabilitado para ejercer como agente y que los hechos ocurrieron en 1999 y no constan reincidencias.

Según la sentencia por la que fue condenado, A. J. R. S., «comenzó a requerir» a una agente «para que mantuviera relaciones sexuales con él». Le dijo que había mediado para que se incorporara a este grupo y le ofrecía ventajas como dietas, permisos y facilidades para ascender «si accedía a sus pretensiones», mientras le advertió que, en caso contrario, se convertiría en su «enemiga». Ella no aceptó y ahora sufre ansiedad crónica.