Una vez enterrada la amenaza del trasvase del Ebro, la comunidad aragonesa está decidida a intentar acabar con el enfrentamiento histórico entre el llano y la montaña por las grandes obras de regulación. Más de 60 colectivos pusieron ayer en marcha la Comisión del Agua, un órgano que nace con un amplio consenso con el fin de debatir la política hidráulica y llegar a pactos. Una ponencia, presidida por el director de la Fundación Ecología y Desarrollo, Víctor Viñuales, analizará los embalses más conflictivos, como Yesa, Biscarrués y Santaliestra.

El optimismo y las buenas intenciones llevaron a votar por casi unanimidad --sólo hubo tres abstenciones-- las composiciones de la comisión permanente y de las cuatro ponencias, en las que se hablará de las bases de la política del agua, del plan de infraestructuras hidráulicas, de las obras del Pacto del Agua y de la calidad de las aguas. Una de las prioridades de trabajo será el proyecto del recrecimiento de Yesa, cuyas expropiaciones se van a paralizar para permitir precisamente el diálogo.

Sólo el representante de UAGA, Javier Aznarez, mostró su oposición al arremeter contra lo que denominó un "pasteleo político" y anunciar su dimisión como miembro del nuevo órgano y como responsable de agua de su organización.

HITO HISTORICO El consejero aragonés de Medio Ambiente, Alfredo Boné, se mostró muy satisfecho al término de la reunión, que se prolongó más de dos horas y media. A su juicio, políticos, ecologistas, afectados, regantes y consumidores han demostrado su "capacidad política" de llegar a acuerdos al crear órganos "muy importantes" para tratar "temas neurálgicos del agua". Y añadió: "Hemos dado un gran paso en la capacidad de ponerse de acuerdo".

El presidente de CHA, Bizén Fuster, también mostró su satisfacción por la constitución de una comisión en la que están todos los sectores implicados en la materia, "cosa que nunca había ocurrido en el debate hidráulico en España".

El representante de la organización ecologista SEO, Juan Carlos Cirera, nombrado presidente de la comisión permanente, acogió con ilusión el reto de resolver un "conflicto" abierto. "Superado el trasvase hay que ordenar nuestra casa, lo que no va ser sencillo", señaló.

La misma actitud fue transmitida por el presidente de la Comunidad de Riegos del Canal de Aragón y Cataluña, José Luis Pérez, quien no pudo ocultar la "saturación de mesas de trabajo" y su deseo de que se entre definitivamente en la fase de ejecución de las obras.

El concejal de Artieda Alfredo Solano destacó que "por primera vez" los afectados por los grandes embalses tienen voz en el debate hidráulico, lo que supone un paso para poder trabajar. "No se había contado nunca con nosotros en la planificación hidráulica y ahora se va a oír la voz de los afectados. Estamos dispuestos a trabajar, a llegar a acuerdos", sentenció.