Todos los grupos parlamentarios de las Cortes han coincidido hoy en la Comisión de Sanidad en instar al Gobierno de Aragón a que suspenda la adjudicación de agujas para insulina que han recibido las quejas de usuarios por su "falta de calidad".

Se trata de una proposición no de ley presentada por Podemos en la que se pide que se rescinda el contrato con la empresa cuyas agujas han sido motivo de denuncias de los usuarios por "falta de calidad" y que han provocado "dolor, efectos adversos y complicaciones", según ha explicado la portavoz de Sanidad de Podemos Aragón, Itxaso Cabrera.

Esta proposición ha sido apoyada por todos los grupos parlamentarios y la portavoz del Partido Socialista, Olvido Moratinos, ha anunciado que "se ha suspendido el contrato de adjudicación y se ha procedido a la compra de agujas nuevas y a su suministro por parte de otra empresa adjudicataria".

Además, ha insistido en que "el precio no es lo más relevante en el contrato" y que en el concurso de adjudicación las empresas se sometieron a "criterios técnicos como firmeza de inserción y posible deformación del acero y sellado que garantice la esterilidad de los productos".

Exámenes de calidad en los que participaron usuarios mediante un "proceso ciego" y a los que se sumó una "valoración económica" para escoger a la empresa adjudicataria.

Por su parte, las representantes del Partido Aragonés, Ciudadanos y Partido Popular han criticado la falta de "celeridad" en este asunto.

La portavoz de Ciudadanos, Susana Gaspar, ha lamentado que "incluso con advertencias y antecedentes en otras comunidades se contrató con esta empresa y los pacientes han sufrido un calvario".

Desde el Partido Popular, Carmen María Susín ha señalado que ha habido una "falta de reacción" por parte del departamento de Sanidad, aunque "no haya sido su voluntad", y la representante del PAR, Berta Zapater, ha criticado el "tiempo transcurrido en dar solución a un suplicio de tantas personas durante tanto tiempo".

Desde el Grupo Mixto, Carmen Martínez (CHA) ha valorado que hay un sistema "tan garantista que no se pueden hacer las cosas con la celeridad que se querría".

Según ha informado Moratinos, fue en septiembre de 2016 cuando recibieron las primeras comunicaciones de pacientes y sanitarios acerca de la calidad de las agujas, lo que llevó al gobierno a realizar "actuaciones concretas" como reuniones del departamento con la empresa y las asociaciones de diabéticos en Aragón.

Sin embargo, fuentes del departamento de Sanidad han informado de que el contrato con la empresa suministrada de estas agujas, sobre las que los usuarios han presentado quejas, no se ha rescindido, pero que se les ha exigido el envío de un nuevo lote que será evaluado en las próximas semanas para asegurar que cumple con todos los requisitos de calidad.